El CEO de Intel, Lip-Bu Tan, ha instituido una nueva política de liderazgo práctico que requiere su revisión personal y aprobación de cada diseño de chip importante antes de la salida de la cinta, marcando un cambio significativo hacia la supervisión centralizada en el proceso de desarrollo de productos de la compañía.
La política tiene como objetivo mejorar la ejecución y reducir los costos de desarrollo a medida que el fabricante de chips en dificultades trabaja para recuperar su ventaja competitiva.
La nueva disciplina es parte de la estrategia más amplia de Tan para fortalecer la hoja de ruta del producto de Intel y mejorar el rendimiento financiero, después del primer año no rentable de la compañía desde 1986. Intel registró una pérdida neta de 18.800 millones de dólares para 2024 y ha estado trabajando para agilizar las operaciones bajo el liderazgo de Tan desde que asumió el cargo de CEO en marzo de 2025.
El CEO implementa la supervisión directa para agilizar el desarrollo de chips y reducir costos
Tan ha ordenado a los equipos de ingeniería que definan familias de productos de próxima generación con "arquitecturas limpias y simples, mejores estructuras de costos y pilas de SKU simplificadas", según un mensaje de la empresa enviado a los empleados en julio. El enfoque práctico del CEO representa una desviación de las prácticas tradicionales de la industria de semiconductores, donde las decisiones de diseño generalmente fluyen a través de múltiples capas de gestión.
La política llega cuando Intel se enfrenta a una creciente presión de los competidores, en particular Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), tanto en las capacidades de fabricación como en las relaciones con los clientes.
Tan también ha estado trabajando para reducir la fuerza laboral de Intel en aproximadamente un 15 %, reduciendo las capas de gestión en aproximadamente un 50 % en el segundo trimestre de 2025.
El negocio de fundición de Intel ha tenido dificultades para atraer a los principales clientes externos como Apple y Nvidia, que continúan confiando en TSMC para la fabricación de chips. La compañía ahora está centrando los recursos en su proceso de fabricación 14A mientras reconsidera su enfoque del proceso 18A que consumió miles de millones en costos de desarrollo.
La nueva política de revisión es parte de los esfuerzos de transformación más amplios de Intel, que incluyen la consolidación de operaciones, la ralentización de los proyectos de construcción y el refinamiento de la estrategia de inteligencia artificial de la empresa para centrarse en la inferencia y las aplicaciones de inteligencia artificial.
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