El padre de Iryna Zarutska, una refugiada ucraniana de 23 años que fue brutalmente apuñalada en un tren de Charlotte el mes pasado, no pudo asistir a su funeral en Estados Unidos porque permanece atrapado en su país natal, sujeto a las leyes de guerra que impiden su salida.
Zarutska fue enterrada en Charlotte el 27 de agosto, arropada por el llanto de su madre, sus hermanos, vecinos y amigos. Sin embargo, su padre, en edad de combatir, está obligado legalmente a permanecer en Ucrania mientras el país sigue resistiendo la invasión rusa.
“Tuvo que quedarse. No vino al funeral”, contó un vecino de la familia a
The Post. “Sigue allá, por esas reglas de la guerra”.
Iryna había huido de Ucrania en 2022 junto a su madre, su hermano menor y su hermana, en busca de seguridad y una nueva vida en Estados Unidos. Pero el 22 de agosto, su sueño americano se truncó de forma trágica. Las cámaras de seguridad muestran cómo, tras salir del trabajo y subir al tren ligero de Charlotte, un hombre sentado detrás de ella sacó un cuchillo y la apuñaló en el cuello sin previo aviso.
El acusado,
Decarlos Brown Jr., de 34 años, acumula casi dos décadas de historial delictivo, con al menos 14 arrestos previos.
Los vecinos describen a Zarutska como una joven “dulce, creativa y bondadosa”, siempre dispuesta a ayudar a la comunidad cuidando mascotas o compartiendo su arte. Su emotivo obituario la recuerda como una talentosa artista con el sueño de convertirse en asistente veterinaria, apasionada por la escultura y el diseño de ropa original.
“Compartía su creatividad con generosidad, regalando a familiares y amigos sus obras de arte”, se lee en el obituario citado por
The Post. “Su ausencia deja un vacío profundo, pero su espíritu permanecerá para siempre en los corazones de quienes la amaron”.