Estados Unidos continúa intensificando la presión sobre Venezuela. El presidente Donald Trump confirmó que la Guardia Costera estadounidense está persiguiendo un
tercer petrolero en aguas internacionales cerca de Venezuela, en lo que calificó como parte de una operación contra buques sancionados.
“De hecho, lo estamos persiguiendo. Salió de Venezuela y estaba sancionado”, declaró Trump el lunes. Las autoridades estadounidenses ya han incautado
dos petroleros este mes, uno de ellos el pasado sábado.
Persecución en aguas internacionales
Según un funcionario estadounidense citado por CBS News, la operación actual está relacionada con un
buque de la llamada ‘flota oscura’, acusado de evadir sanciones internacionales impuestas a Venezuela. El New York Times informó que el sábado por la noche la Guardia Costera se acercó a un petrolero que
no ondeaba una bandera nacional válida, lo que levantó sospechas inmediatas.
Trump aseguró que la persecución “avanza bien” y afirmó con contundencia: “Al final lo vamos a capturar”.
EE. UU. planea retener el petróleo incautado
El presidente también indicó que Estados Unidos
retendrá tanto el petróleo como los barcos confiscados, dejando abierta la posibilidad de vender el crudo o destinarlo a las reservas estratégicas del país. Añadió que ya ha conversado con importantes compañías petroleras estadounidenses sobre estas incautaciones.
El petrolero Bella 1 bajo la lupa
La empresa británica de gestión de riesgos marítimos Vanguard identificó al buque perseguido como
Bella 1, un superpetrolero que presuntamente se dirigía a Venezuela para cargar crudo. Estados Unidos lo incluyó en su lista de sanciones el año pasado por transportar cargamento sancionado.
El Departamento del Tesoro estadounidense ha señalado que el propietario registrado del Bella 1 tendría vínculos con Irán y habría brindado apoyo a la Guardia Revolucionaria Islámica iraní. Según el New York Times, el petrolero
evitó ser abordado y huyó hacia el noreste del Atlántico, con la Guardia Costera en persecución.
Señales de emergencia y trayectoria
BBC Verify analizó
50 señales de socorro transmitidas por el Bella 1. La primera fue detectada el 21 de diciembre a las 13:44 GMT, a unos 461 kilómetros al noreste de Antigua y Barbuda. La última se recibió poco más de tres horas después, lo que sugiere que el buque navegaba a una velocidad aproximada de
10 nudos.
Tercer petrolero en la mira
El Bella 1 se convierte así en el
tercer petrolero objetivo de Estados Unidos en aguas cercanas a Venezuela. El 10 de diciembre, la Guardia Costera incautó el
Skipper, acusado de transportar petróleo venezolano sancionado hacia Irán, y lo escoltó hasta Galveston, Texas.
El sábado, otro buque identificado como
Centuries fue abordado. Aunque no figura oficialmente en la lista de sanciones, la Casa Blanca afirmó que transportaba petróleo de la estatal venezolana PDVSA y que operaba como parte de la
“flota sombra” del país.
Reacciones internacionales y tensión diplomática
Las incautaciones forman parte de una estrategia más amplia de presión de Washington contra el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro. Desde el regreso de Trump al poder en enero, Estados Unidos ha endurecido sanciones, incrementado recompensas por información sobre Maduro y ordenado un
bloqueo a petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela.
Caracas ha denunciado estas acciones como
“piratería” y acusa a Washington de intentar apoderarse de sus recursos petroleros. A petición de Venezuela, el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una
sesión de emergencia para tratar lo que el gobierno califica como “agresión estadounidense”.
China criticó las sanciones “unilaterales e ilegales”, mientras que Rusia expresó su respaldo político al gobierno venezolano. No obstante, analistas señalan que, por ahora, el apoyo de ambos países parece limitarse a declaraciones diplomáticas, sin medidas concretas de ayuda militar o financiera.