Rusia anunció este martes que firmó un acuerdo jurídicamente vinculante con China para construir el gasoducto
Fuerza de Siberia 2, un proyecto destinado a reforzar aún más los lazos energéticos y estratégicos entre ambos países.
El pacto fue rubricado durante la visita del presidente Vladimir Putin a Pekín, informó AFP.
El gasoducto, que atravesará Mongolia, prevé suministrar hasta
50.000 millones de metros cúbicos de gas al año, según la agencia estatal rusa TASS.
“Hoy se ha dado un paso muy importante para seguir fortaleciendo y desarrollando nuestra asociación estratégica, para aumentar el suministro confiable de energía limpia, gas natural, a China”, declaró Alexéi Miller, director de Gazprom, citado por AFP.
Miller también confirmó que
Gazprom y la CNPC china incrementarán en un 15 % los envíos a través del actual gasoducto Fuerza de Siberia.
Sin embargo, el memorando no constituye aún un contrato definitivo: el precio y otros detalles clave siguen sin resolverse tras años de negociaciones.
Aun así, el anuncio refleja el giro de Moscú hacia Asia para sus ventas energéticas, con China e India reemplazando a Europa como principales clientes desde que la guerra en Ucrania alteró los mercados tradicionales.
El acuerdo se da, además, en un contexto en el que el presidente estadounidense Donald Trump amenaza con imponer aranceles a los países que compren energía rusa. China, sin embargo, ha evitado hasta ahora esas medidas pese a las reiteradas advertencias de Washington.
El
Fuerza de Siberia 2 fue uno de los más de veinte acuerdos firmados durante el viaje de cuatro días de Putin a China, lo que subraya la profundización de la cooperación entre Moscú y Pekín en un momento de creciente presión de Occidente.