Jueza despierta a las 2:30 AM para frenar la deportación de niños guatemaltecos en EE. UU

Una jueza federal de EE. UU., Sparkle L. Sooknanan, detuvo de madrugada vuelos que iban a deportar a 76 niños guatemaltecos desde Texas. Los menores, que habían llegado sin sus padres, permanecerán al menos dos semanas en el país mientras continúa la disputa legal. La jueza criticó la intención del gobierno de Trump de expulsarlos en la madrugada de un fin de semana festivo, señalando los riesgos que enfrentarían en Guatemala. Según el senador Ron Wyden, la administración planeaba deportar a unos 700 niños en total.
Jueza despierta a las 2:30 AM para frenar la deportación de niños guatemaltecos en EE. UU
(Crédito de la imagen: TIL Creatives)
Una jueza federal detuvo temporalmente el domingo varios aviones que transportaban a niños migrantes que estaban a punto de ser deportados a Guatemala. La magistrada falló a favor de los abogados de los menores, quienes argumentaron que el gobierno estaba violando la ley y poniendo en riesgo a sus representados. Desde las pistas de Texas hasta una sala judicial en Washington, el sorprendente episodio se desarrolló a lo largo de un fin de semana festivo. El caso refleja el más reciente enfrentamiento entre la política de mano dura del gobierno de Trump en materia migratoria y las protecciones legales que el Congreso estableció para los migrantes más vulnerables.

Una llamada de madrugada

La jueza relató que fue despertada a las 2:30 de la madrugada tras la presentación urgente de los abogados de los niños, quienes subrayaron que los vuelos podían despegar en dos o cuatro horas. Según explicó, la magistrada Sooknanan trató durante horas de obtener respuestas de los abogados del gobierno. En la audiencia del mediodía, Sooknanan señaló: “Es sorprendente que el gobierno intente expulsar a menores no acompañados en plena madrugada de un fin de semana festivo”. Y añadió: “Si los tribunales no hubieran intervenido, todos esos niños habrían sido enviados de regreso a Guatemala, posiblemente a situaciones muy peligrosas”. Minutos después de la apresurada audiencia, cinco autobuses llegaron al aeropuerto Valley International, en Harlingen (Texas), un centro de vuelos de deportación. Las autoridades habían escoltado a decenas de personas —posiblemente unas cincuenta— hacia un avión en la zona reservada para aeronaves del gobierno. Los pasajeros vestían ropa colorida, habitual en los albergues para menores migrantes gestionados por el Estado. “No quiero que haya ninguna ambigüedad”, subrayó la jueza federal Sparkle L. Sooknanan. De acuerdo con el fallo, los menores guatemaltecos que llegaron a la frontera sin padres ni tutores deberán permanecer en Estados Unidos al menos durante dos semanas, mientras se libra la batalla legal. El Departamento de Justicia informó en un escrito judicial que, para el final del domingo, los 76 niños que estaban a bordo de los aviones debían haber sido trasladados a refugios bajo supervisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Por su parte, el senador demócrata Ron Wyden, de Oregón, advirtió en una carta enviada el viernes que la administración Trump tenía previsto deportar a unos 700 niños guatemaltecos que ingresaron al país sin compañía.