El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Israel con una bienvenida impactante: una enorme pancarta con las palabras
“Gracias” y
“Hogar” se extendía a lo largo de la costa de Tel Aviv, justo en la ruta de vuelo del Air Force One cuando se acercaba al aeropuerto Ben Gurión. El cartel, con la foto de Trump, era claramente visible desde el cielo, como un gesto simbólico de gratitud y reconocimiento.
Al aterrizar, Trump fue recibido por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Durante su breve visita de cuatro horas, el presidente tiene previsto reunirse con las familias de los rehenes liberados recientemente de Gaza, mantener conversaciones privadas con Netanyahu y dirigirse a los legisladores en el Knéset (el parlamento israelí).
La visita tiene un gran significado, ya que coincide con el segundo aniversario de los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023, un evento recordado con dolor y también con resiliencia. Al caer en la víspera de
Simjat Torá en el calendario hebreo, la jornada une la tristeza por las víctimas con la esperanza en el futuro. Los israelíes se preparan para recibir a los últimos 20 rehenes que siguen con vida, mientras continúan lamentando a quienes no regresaron.
Según medios hebreos citados por
The Times of Israel, siete rehenes ya fueron entregados al Comité Internacional de la Cruz Roja, lo que provocó celebraciones en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv. Este momento añadió un peso emocional a la visita de Trump, resaltando su importancia humanitaria y simbólica.