EE. UU. y la UE publican un acuerdo comercial preliminar, pero aún en proceso de negociación

EE. UU. y la Unión Europea presentaron un acuerdo comercial preliminar que impone un arancel del 15% a la mayoría de las exportaciones europeas a Estados Unidos, aunque deja fuera sectores clave como vino, licores y acero. El pacto, de solo 3,5 páginas y sin carácter legal, busca evitar una guerra comercial y prevé excepciones para autos, aeronaves y productos farmacéuticos. Bruselas lo defiende como un alivio frente a tarifas aún más altas, mientras que en EE. UU. se celebra como una victoria. Las conversaciones continuarán para ampliar el alcance del acuerdo.
EE. UU. y la UE publican un acuerdo comercial preliminar, pero aún en proceso de negociación
(Crédito de la imagen: TIL Creatives)
BRUSELAS: Funcionarios estadounidenses y de la Unión Europea publicaron este jueves un resumen preliminar de su acuerdo comercial, que impone un arancel de importación del 15% a un 70% de los bienes europeos exportados a Estados Unidos. Sin embargo, quedaron fuera sectores clave como el vino, los licores y el acero, lo que indica que las conversaciones continuarán sobre estos y otros rubros importantes. Ambas partes señalaron que el documento es solo “un primer paso en un proceso que podrá ampliarse para cubrir más áreas.” El acuerdo aborda la enorme gama de bienes que se comercian entre las dos economías en lo que constituye la mayor relación comercial bilateral del mundo, con un volumen anual de negocios transatlánticos de 2 billones de dólares. El texto de tres páginas y media representa un compromiso político, sin carácter jurídicamente vinculante. Contrasta con el formato habitual de los acuerdos comerciales, que suelen tener cientos de páginas y fuerza legal. Los puntos clave incluyen el arancel del 15% a la mayoría de los bienes de la UE, una tasa cero a los automóviles y otros bienes industriales de EE. UU. exportados a los 27 miembros de la UE, y excepciones al 15% para aviones y piezas de aeronaves, fármacos genéricos e ingredientes farmacéuticos, con otros sectores a añadir en futuras fases. Estos bienes enfrentarían tarifas más bajas que las establecidas tras la ofensiva arancelaria del expresidente Donald Trump. “El bloque europeo ha accedido a abrir su mercado de 20 billones de dólares”, escribió en X el secretario de Comercio de Trump, Howard Lutnick. “El segundo mayor del mundo, después del gran EE. UU.” Añadió que el acuerdo es “una gran victoria para los trabajadores estadounidenses, las industrias de EE. UU. y nuestra seguridad nacional. Aranceles debería ser una de las palabras favoritas de América.” En Europa, los funcionarios han tenido que defender el acuerdo frente al descontento de empresas y gobiernos por el aumento de aranceles y las críticas de que la UE cedió demasiado. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó el acuerdo como un alivio inmediato frente al arancel estadounidense del 27,5% sobre los autos europeos y como una puerta abierta a futuras negociaciones que podrían excluir más productos del 15%. El acuerdo establece que la reducción arancelaria a los automóviles se aplicaría retroactivamente desde el 1 de agosto si la UE logra introducir la legislación correspondiente, algo que, según Bruselas, hará. “Ante una situación difícil, hemos cumplido para nuestros Estados miembros e industrias y hemos devuelto claridad y coherencia al comercio transatlántico”, afirmó von der Leyen. “Este no es el final del proceso.” El jefe negociador de la UE, Maros Sefcovic, coincidió: “La alternativa era una guerra comercial con aranceles disparados… este acuerdo genera confianza. Aporta estabilidad.” Los economistas advierten que unos aranceles más altos frenan el crecimiento económico y se traducen en precios más elevados para los consumidores. Uno de los sectores no excluidos de los aranceles fue el del vino y los licores, que gozaban de cero aranceles en ambos lados desde un acuerdo de 1997. Sefcovic señaló que la UE no logró aún una exención, pero confía en conseguirla en futuras conversaciones: “las puertas no están cerradas para siempre en ese asunto.” Esto implica que los destiladores estadounidenses no pagarán aranceles en Europa a corto plazo, pero se arriesgan a represalias de la UE más adelante, explicó Chris Swonger, presidente del Consejo de Licores Destilados de Estados Unidos. “Sin un retorno permanente a los aranceles cero a cero sobre los licores, los productores estadounidenses no tienen la certeza necesaria para planificar exportaciones y crecimiento del empleo sin temor a la reimposición de tarifas”, afirmó en un comunicado. La UE ha suspendido las represalias sobre bienes estadounidenses, incluido vino y licores, hasta el 5 de febrero de 2026. Las propuestas para eximir cierta cantidad de importaciones de acero de la UE, conocidas como contingentes arancelarios, quedaron sin resolver y pendientes de nuevas conversaciones. El arancel del 15% es mucho más alto que los niveles previos a los aranceles de Trump, que rondaban un solo dígito. Los aranceles se pagan en EE. UU., y son absorbidos por las empresas importadoras —reduciendo sus beneficios— o trasladados a los consumidores en forma de precios más altos. El acuerdo también incluye compromisos no vinculantes de la UE para comprar 750.000 millones de dólares en energía de EE. UU. y que las empresas europeas inviertan 600.000 millones en territorio estadounidense. En ambos casos, el dinero provendría de compañías privadas y se basa en estimaciones de la Comisión Europea sobre lo que las empresas planeaban invertir.