India enfrenta un reto médico cada vez más grave: la tuberculosis (TB), ampliamente extendida desde hace décadas, sigue afectando a millones de personas, mientras que los casos de cáncer de pulmón están aumentando de manera preocupante. Lo más complicado es que ambas enfermedades suelen aparecer con síntomas muy similares en las primeras etapas, lo que provoca diagnósticos erróneos que pueden costar vidas.
Tanto la tuberculosis como el cáncer de pulmón suelen comenzar con signos inespecíficos: tos persistente, fiebre, dolor torácico y pérdida de peso. Los pacientes a menudo asumen que se trata de tuberculosis, y muchos médicos, especialmente en zonas con alta carga de TB, tienden a sospechar TB como primera posibilidad. Para complicar aún más el panorama, ambas enfermedades pueden provocar
hemoptisis, o tos con sangre, un síntoma alarmante que no ayuda a diferenciar entre una y otra.
Lo que dicen los estudios científicos
Una
meta-análisis de 2024 publicado en PubMed Central encontró una asociación fuerte entre haber tenido tuberculosis pulmonar y desarrollar cáncer de pulmón posteriormente.
Otra
revisión sistemática de 2022 concluyó que incluso los sobrevivientes jóvenes de TB tienen un riesgo mayor de cáncer de pulmón, lo que implica que los médicos deben estar especialmente atentos.
Por qué los síntomas confunden
La similitud en los síntomas es solo una parte del problema. Las dificultades de diagnóstico aumentan cuando entran en juego las pruebas de imagen.
En radiografías o tomografías, las lesiones causadas por TB—cicatrices, cavitaciones o nódulos—se parecen mucho a los tumores malignos. En casos de TB activa, las lesiones inflamatorias pueden imitar de forma sorprendente las masas cancerosas, lo que confunde incluso a especialistas experimentados.
Un meta-análisis comparó pacientes con TB + cáncer de pulmón frente a pacientes con solo TB, revelando:
- Mayor presencia de tos irritativa y derrame pleural hemorrágico en los que tenían ambas enfermedades.
- Menos sudores nocturnos, típico de la TB.
- En la tomografía, más cavitaciones, nódulos y ganglios linfáticos agrandados en el grupo con ambas condiciones.
A pesar de pequeñas diferencias, la superposición es notable, obligando a los médicos a mantener una alta sospecha de cáncer, especialmente en pacientes con “cicatrices antiguas” de tuberculosis.
La brecha diagnóstica en India
El reto se agrava por la enorme carga de tuberculosis en India. Con
2,6 millones de nuevos casos por año, la TB sigue profundamente arraigada en el sistema sanitario y en la percepción pública. Como consecuencia, en muchos centros de salud rurales o con recursos limitados, los médicos suelen iniciar tratamiento para TB de forma empírica incluso sin confirmación completa. El cáncer de pulmón, al no ser tan conocido por la población, queda fuera del radar en etapas críticas.
Limitaciones de las pruebas actuales
Diferenciar entre TB y cáncer de pulmón requiere biopsia, broncoscopia o pruebas moleculares. Sin embargo, estas técnicas son costosas, invasivas y no están disponibles en muchas regiones.
Incluso las pruebas de esputo para TB pueden ser negativas aunque el paciente tenga TB, lo que lleva a tratamientos prolongados sin diagnóstico seguro.
Las PET-CT podrían ayudar, pero también tienen problemas: las infecciones por TB pueden generar
falsos positivos, provocando que las lesiones parezcan malignas. Además, su costo y disponibilidad son limitados fuera de las grandes ciudades.
¿Pueden las infecciones pasadas confundir el presente?
Muchos pacientes en India han tenido tuberculosis alguna vez, lo que deja cicatrices visibles en los pulmones durante años. Estas marcas pueden confundirse con tumores nuevos.
Incluso los anticuerpos de TB de antiguas infecciones pueden aparecer en pruebas actuales, desviando el diagnóstico hacia la tuberculosis y retrasando el diagnóstico de cáncer.
El costo humano del diagnóstico erróneo
Confundir cáncer de pulmón con tuberculosis puede ser fatal.
El cáncer de pulmón es tratable en etapas iniciales mediante cirugía, terapias dirigidas o inmunoterapia. Pero si un paciente pasa meses recibiendo medicamentos contra la TB sin que realmente tenga TB, el cáncer continúa avanzando y se vuelve más difícil de tratar.
Además, los tratamientos prolongados contra la tuberculosis causan efectos secundarios, estrés emocional y un enorme costo económico. Las familias sufren tanto financiera como psicológicamente.
Qué debe cambiar
La solución requiere una transformación en múltiples niveles:
- Mejorar la infraestructura sanitaria para que biopsias y pruebas moleculares estén disponibles ampliamente.
- Formación continua para médicos sobre los riesgos crecientes del cáncer de pulmón.
- Guías nacionales actualizadas que aborden la coexistencia de TB y cáncer en India.
- Pruebas moleculares accesibles y uso de IA en la lectura de imágenes.
- Mejores sistemas de referencia y campañas que impulsen a los pacientes a buscar atención especializada de forma temprana.
Solo reforzando el sistema y aumentando la conciencia será posible reducir los diagnósticos erróneos y salvar vidas frente a dos enfermedades que, aunque diferentes, siguen confundiendo incluso a expertos.