¿Quién diría que un medicamento pensado para la diabetes y la pérdida de peso podría tener un “plus” inesperado? Pues resulta que Ozempic, y otros fármacos similares conocidos como agonistas del receptor GLP-1, están dando de qué hablar en la comunidad científica por su posible capacidad para ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer relacionados con la obesidad.
¿Qué descubrieron los investigadores?Un equipo de la Universidad de Maynooth, en Irlanda, encontró algo fascinante: la semaglutida —el principio activo de Ozempic— puede “despertar” y restaurar la función de unas células especiales del cuerpo llamadas células asesinas naturales (NK). Estas células son una especie de guardianes que patrullan nuestro organismo, buscando y eliminando células cancerosas.
Lo interesante es que este efecto no tiene que ver solo con la pérdida de peso, sino que parece ser una acción directa sobre el sistema inmune, potenciando su capacidad para defendernos.
Datos que invitan a la esperanzaEn un estudio con más de 85,000 pacientes con diabetes tipo 2 y obesidad, quienes recibieron medicamentos como Ozempic mostraron una reducción del 7% en la incidencia de cánceres relacionados con la obesidad, especialmente cáncer colorrectal, comparado con quienes siguieron otros tratamientos.
Estas cifras, aunque aún preliminares, son un gran paso para entender cómo estos fármacos podrían convertirse en aliados en la prevención de enfermedades graves.
Pero ojo, todavía falta camino por recorrerLos expertos nos recuerdan que, aunque los resultados son prometedores, hace falta mucha más investigación para comprender bien cómo funcionan estos mecanismos y para confirmar que este beneficio se mantiene a largo plazo.
Y claro, si estás pensando en usar estos medicamentos, siempre es fundamental consultarlo con tu médico para evaluar qué es lo mejor para tu salud.
Ozempic, ese medicamento que ya conocíamos por su ayuda para controlar la diabetes y bajar de peso, podría estar jugando un rol mucho más grande de lo que imaginábamos: fortalecer nuestro sistema inmune contra el cáncer.
Un ejemplo más de cómo la ciencia no deja de sorprendernos, abriendo puertas que antes ni soñábamos cruzar.