Las castañas de agua, conocidas como singhaada, no destacan por un sabor intenso, pero sí por su alto valor nutricional debido a su crecimiento bajo el agua. Contienen pocas calorías, pero aportan potasio, fibra, antioxidantes e hidratación, lo que favorece la digestión, la salud cardíaca y el bienestar general. Se pueden consumir crudas, hervidas, salteadas o en jugo sin provocar picos de azúcar en sangre. La medicina asiática tradicional reconoce sus propiedades refrescantes, mientras que la ciencia moderna confirma sus efectos antiinflamatorios y su apoyo al control del peso.
Veamos sus principales beneficios.
Protege el corazón
Las dietas ricas en potasio pueden reducir el riesgo de accidente cerebrovascular hasta en un 24% y ayudar a controlar la presión arterial alta. El potasio regula el sodio, mejora la circulación y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. Las castañas de agua tienen bajo contenido de sodio, lo que las hace especialmente beneficiosas para personas que consumen mucha sal.
Las cáscaras contienen antioxidantes que reducen la inflamación, protegen las arterias y ayudan a controlar el colesterol. En personas con hipertensión, su consumo regular favorece un ritmo cardíaco estable y fortalece los vasos sanguíneos.
Elimina los radicales libres
Las castañas de agua contienen antioxidantes como catequinas y flavonoides, que combaten los radicales libres responsables de la inflamación, la artritis y enfermedades crónicas. Estudios muestran que sus extractos reducen el estrés oxidativo y los niveles de citocinas inflamatorias, ayudando a disminuir la hinchazón y el daño celular.
La cáscara concentra la mayor cantidad de antioxidantes y protege contra el envejecimiento prematuro. Estos compuestos son efectivos tanto crudos como cocidos. Combinadas con verduras verdes, potencian los beneficios de una dieta antiinflamatoria.
Alivia el estreñimiento
Las castañas de agua tienen un bajo índice FODMAP, lo que las hace adecuadas para personas con síndrome del intestino irritable (SII), ya que no causan hinchazón. Su fibra alimentaria favorece bacterias intestinales saludables y ayuda a unir el colesterol, beneficiando tanto al corazón como al sistema digestivo.
Su alto contenido de agua mantiene los intestinos hidratados y facilita el tránsito intestinal. El jugo de castaña de agua se usa tradicionalmente para fortalecer el bazo y mejorar el apetito en niños y adultos. Investigaciones muestran que mejoran la función del colon sin causar aumento de peso.
Puede ayudar al control del peso
La combinación de bajas calorías, alta fibra y 90% de contenido de agua ayuda a generar saciedad rápida y duradera. La fibra controla el azúcar en sangre y reduce el hambre, lo que las hace ideales para dietas de adelgazamiento.
Su textura crujiente las convierte en una alternativa saludable a los snacks procesados. El potasio ayuda a eliminar el exceso de líquidos durante la pérdida de peso. Estudios indican que los alimentos ricos en fibra y bajos en calorías mejoran el metabolismo y ayudan a mantener el peso a largo plazo. Añadir castañas de agua a ensaladas y salteados aumenta el volumen de las comidas sin sumar calorías.
Además, las castañas de agua poseen propiedades anticancerígenas, ayudan a combatir el estrés oxidativo y pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas.
El fin del Artículo