Oh, ¿alguien siempre está listo con un comentario sarcástico sobre tu vida? Lindo. La verdad es que rara vez se trata de ti, se trata de ellos. Las personas que constantemente desprecian a los demás suelen estar librando batallas que no puedes ver: inseguridad, celos o simplemente una necesidad profunda y dolorosa de sentirse importante. No eres su objetivo; eres su espejo, reflejando todo lo que desearían ser o temen que nunca lo sean. Así que la próxima vez que intenten atenuar tu luz, solo sonríe, solo están demostrando lo brillante que brillas.
1. Deja de decir "Está bien" cuando no lo estáEstá bienTodos hemos estado allí. Alguien hace un comentario cortante, y en lugar de abordarlo, lo dejas pasar. Porque no quieres hacer las cosas incómodas. Porque tienes miedo de ser "demasiado sensible". Pero ese pequeño dolor persiste, ¿verdad? Se pure, y pronto llevas sus palabras despreocupadas como una carga que no tenían derecho a colocar sobre ti. Aquí hay una alternativa: intenta decir: "Estoy seguro de que no lo quisiste decir de esta manera, pero ese comentario hirió mis sentimientos". Sencillo, honesto y poderoso. Las personas adecuadas te respetarán por ello. ¿La gente equivocada? Bueno, tal vez sea hora de preguntarte por qué su opinión importa tanto.
2. El miedo a la confrontación no es una excusa lo suficientemente buenaEnfrentarHablemos de la palabra "C": confrontación. Si eres un que complace a la gente, probablemente te haga la piel de gallina. Te preocupa que hablar haga que la gente te vea como dramático, difícil o, que el dios no lo quiera, una fuente de conflicto. Pero la confrontación no tiene por que ser fea. Establecer límites no se trata de crear drama; se trata de proteger tu paz. Recuerda esto: la incomodidad de defenderte a ti mismo es temporal. El arrepentimiento de no hacerlo puede durar mucho más.
3. Cuando Sigan Ignorando Tus Límites, CréelesDecepcionadoDigamos que has encontrado el valor para expresar tus sentimientos, pero la persona en cuestión no cambia. Siguen cruzando la línea, ignorando tus límites y pasando por alto tus sentimientos como si no fueran nada. Aquí está la dura verdad: están eligiendo no respetarte. No se trata de una falta de comunicación o de que seas "demasiado sensible". Se trata de que te muestren, a través de sus acciones, exactamente dónde te encuentras en sus prioridades. Entonces, ¿qué haces? Te alejas. No por ira, no como un movimiento de poder, sino porque tu paz y autoestima no son negociables. Te debes a ti mismo elegir relaciones que te eleben, no te disminuyan.
4. Deja de repetir la escena en tu cabezaDiscusiónEs tentador repasar y repasar los momentos dolorosos en tu mente, diseccionando lo que podrías haber dicho, lo que deberías haber hecho. Pero esta espiral mental no hace más que anclarte al dolor. Aquí hay una mejor opción: dejarlo ir. Perdona, no por su bien, sino por el tuyo. El perdón no significa excusar su comportamiento; significa liberarse de su agarre. Cuando dejas de reproducir la escena, retiras el poder que tenían sobre tus emociones.
5. No esperes a que cambienAléjateAquí está la cosa: no puedes arreglar a la gente. No puedes hacerlos más considerados o menos tóxicos, no importa cuánto desees poder hacerlo. Tal vez estén luchando con sus propios problemas, o tal vez simplemente no estén listos para crecer. De cualquier manera, no es tu responsabilidad quedarte y soportar su comportamiento con la esperanza de que algún día cambien. Dejar ir no significa que los odies. Significa que te amas a ti mismo lo suficiente como para dejar de ser su daño colateral. Deséales lo mejor, deja que las emociones te arravesen y sigue avanzando. No puedes perderte a ti mismo tratando de salvar a alguien más.