La familia de Jim Irsay: un legado que ahora llevan sus hijas

Tras la muerte de Jim Irsay, el histórico dueño de los Colts, su legado no queda en el aire: pasa directamente a manos de sus tres hijas, Carlie, Casey y Kalen. En este artículo te contamos quién es Meg Coyle, la exesposa que siempre eligió el bajo perfil, y cómo estas tres mujeres, cada una con su estilo, están liderando la nueva etapa del equipo. Una historia de familia, transición generacional y un cambio silencioso pero poderoso dentro del mundo de la NFL.
La familia de Jim Irsay: un legado que ahora llevan sus hijas
(Crédito de la imagen: TIL Creatives)
Cuando uno piensa en los dueños de equipos de fútbol americano, la imagen que viene a la mente es la de un empresario serio, trajeado, con décadas en el poder. Y sí, eso era Jim Irsay. Pero detrás de ese apellido —y del legado de los Colts de Indianápolis— hay una historia familiar poco conocida y muy humana, llena de momentos silenciosos, decisiones importantes y un cambio generacional que hoy lo lideran tres mujeres: sus hijas. Meg Coyle, la exesposa que eligió el bajo perfilMeg Coyle fue la esposa de Jim durante más de veinte años. Se casaron en 1980, cuando él apenas empezaba a meterse de lleno en los negocios familiares. Estuvieron juntos en los años de construcción, de trabajo duro, de crecer una familia.Lo interesante es que, a pesar de estar casada con uno de los hombres más visibles del fútbol americano, Meg siempre eligió mantenerse fuera de cámaras. Se separaron en 2003, y el divorcio oficial llegó recién en 2013. Desde entonces, ella ha vivido alejada del foco mediático, pero nunca desconectada de lo más importante: sus tres hijas. Las hijas de Irsay: herederas de un equipo… y de una visiónHoy, tras el fallecimiento de Jim Irsay en mayo de 2025, el apellido sigue al frente de los Colts. Pero ya no en boca de él, sino en las de Carlie, Casey y Kalen, sus hijas, quienes llevan años involucradas en la organización y ahora son las encargadas de continuar el legado familiar. Carlie Irsay-GordonCarlie, la mayor, siempre fue la más cercana al mundo del deporte. Estudió psicología y se metió en el equipo en 2008. Desde entonces, fue escalando y ganando espacio dentro de la estructura del club. Para muchos, ella es la líder natural: conoce el negocio, sabe de fútbol y tiene la templanza que requiere estar al mando. Casey FoytCasey, la del medio, estudió marketing deportivo y tiene un perfil más enfocado en lo estratégico. Participó en el histórico primer partido de la NFL en Londres y trajo esa experiencia internacional a su rol en los Colts. Hoy está a cargo de las iniciativas de marca, los fans y la conexión con la comunidad. Tiene visión de crecimiento, pero con los pies en la tierra. Kalen JacksonY Kalen, la menor, es probablemente la más sensible del trío. Estudió administración, sí, pero lo que más la representa es su trabajo en temas sociales. Es una de las principales voces detrás de “Kicking the Stigma”, una campaña que busca hablar abiertamente sobre salud mental. Para ella, el fútbol es una plataforma para hacer el bien. El cambio generacional que ya estaba en marchaMucho antes de su fallecimiento, Jim Irsay ya había tomado una decisión clave: en 2012 nombró a sus tres hijas como vicepresidentas y copropietarias del equipo. Era su forma de ir soltando, de preparar el camino, de decir: “Esto es de ustedes también”.Y no fue solo un gesto simbólico. Ellas se lo tomaron en serio. Estuvieron presentes, aprendieron, lideraron proyectos. Así que cuando llegó el momento de heredar no solo el equipo, sino la responsabilidad, ya estaban más que listas. Más que un equipo, una familia con historiaLo bonito de esta historia es que no es solo sobre fútbol. Es sobre familia, sobre decisiones difíciles, sobre saber cuándo dar un paso al costado y cuándo levantar la mano para decir “yo puedo”.Meg, desde la distancia, sigue siendo parte de esa estructura invisible que sostiene. Y sus hijas, con estilos distintos pero propósito compartido, están escribiendo un nuevo capítulo para los Colts. Uno liderado por mujeres. Uno que honra el legado, pero también se anima a hacer las cosas distinto.Y eso, en un deporte tradicionalmente dominado por hombres, es algo que vale la pena contar.