Los clavos de olor suelen considerarse una especia muy saludable. Contienen eugenol, un compuesto con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Mucha gente los mastica o los consume a diario porque cree que ayudan a la digestión, al control del azúcar y al dolor de muelas. Y sí, tienen beneficios, pero como cualquier hábito saludable, puede volverse dañino si se hace en exceso.
Riesgos de consumir demasiados clavos
Cuando se toman en grandes cantidades, especialmente en forma de aceite de clavo, pueden volverse tóxicos. El eugenol, en altas dosis, puede causar daño al hígado y los riñones. Algunos casos extremos han reportado convulsiones, coma y fallos graves en los órganos.
Incluso si los clavos son considerados seguros en la cocina, esto no aplica cuando se consumen en cantidades muy altas o en forma concentrada.
Irritación digestiva y oral
Comer muchos clavos puede causar náuseas, acidez, vómitos, diarrea o malestar estomacal. El aceite de clavo también puede quemar o adormecer la boca y las encías si se usa sin diluir.
Aumento del riesgo de sangrado
El eugenol tiene efectos anticoagulantes. Consumir demasiados clavos puede dificultar la coagulación de la sangre. Las personas que toman medicamentos como warfarina o aspirina deben tener especial cuidado.
Bajada peligrosa de azúcar
Aunque los clavos pueden ayudar a controlar el azúcar, tomarlos en exceso puede causar hipoglucemia, sobre todo en personas con diabetes que ya toman medicamentos para bajar el azúcar.
Alergias o daño celular
En dosis muy altas, el eugenol puede causar reacciones alérgicas o irritación de la piel. Estudios de laboratorio muestran que puede dañar células sanas cuando está muy concentrado.
Señales de que los clavos te están haciendo daño
Debes tener cuidado si notas:
- Náuseas persistentes o dolor abdominal
- Color amarillo en la piel o los ojos (posible daño al hígado)
- Sangrado o moretones inusuales
- Mareos o confusión
- Síntomas de azúcar baja: sudor, temblores o dolor de cabeza
¿Quién debe tener más cuidado?
- Niños, porque pequeñas cantidades de aceite de clavo pueden ser tóxicas
- Personas con enfermedades del hígado
- Personas que toman anticoagulantes o van a tener cirugía
- Pacientes con diabetes
- Mujeres embarazadas o en lactancia
- Personas con sensibilidad oral o alergias
Cómo consumir clavos de forma segura
La OMS recomienda un límite de 2.5 mg de eugenol por kilo de peso al día. Esto equivale a solo unos pocos clavos enteros al día.
Usarlos en la cocina o en un té suave es seguro, pero el aceite de clavo debe manejarse con cuidado. Es tóxico si se toma sin diluir.
Antes de consumir grandes cantidades o suplementos de clavo, lo ideal es consultar a un médico, especialmente si tomas anticoagulantes, tienes diabetes o problemas hepáticos.