Muchas personas creen que controlar la diabetes depende solo de
qué comen —contar carbohidratos, evitar azúcar, elegir alimentos “correctos”. Sin embargo, los expertos en salud explican que un factor todavía más importante es
cómo comes.
Un hábito muy común está elevando silenciosamente el azúcar en sangre:
comer demasiado rápido y comer sin prestar atención. Y según nuevas investigaciones, reducir la velocidad y concentrarte en tu comida puede mejorar la glucosa, la digestión, el estado de ánimo y la salud del hígado.
Un hábito que afecta el azúcar sin que lo notes
Si alguna vez terminaste una comida tan rápido que ni recuerdas su sabor, no eres el único. Pero este “modo automático” al comer puede ser dañino. Comer rápido hace que el cuerpo coma más de lo necesario, sube la insulina, estresa el hígado y desconecta el cuerpo de las señales de hambre y saciedad.
No es un peligro dramático, pero sí uno silencioso que, con el tiempo, aumenta el azúcar en sangre y la inflamación.
Sorprendentemente, la herramienta secreta para mejorar la diabetes no es un superalimento ni un suplemento caro. Puede ser simplemente:
masticar con calma, notar los sabores y prestar atención. Es decir:
alimentación consciente.
Cómo comes importa más que lo que comes
En una entrevista con el
Times of India, el Dr. Amit Bhushan Sharma, Director de Cardiología en Paras Health en Gurugram, explicó:
Pero aclara que las personas no siempre comen de más por hambre. Muchas veces es por distracción: teléfonos, televisión, estrés y emociones.
Según él:
Sus recomendaciones son prácticas y fáciles:
- Sentarse en la mesa, no comer caminando
- Guardar el móvil durante toda la comida
- Notar el aroma, color y textura de cada bocado
- Masticar despacio
- Preguntarte: ¿Tengo hambre? ¿Estoy aburrido? ¿Estoy cansado?
- Esperar 15 minutos antes de repetir
Insiste en que:
La alimentación consciente y la salud del hígado
El Dr. Ravindra Nidoni, especialista en hígado, coincide totalmente:
Explica que la alimentación consciente:
- mejora el control de porciones
- reduce el estrés del hígado
- ayuda a la desintoxicación natural
- reduce la alimentación emocional
Afirma que las personas empiezan a entender cómo el comportamiento afecta la salud metabólica:
La ciencia lo confirma: comer conscientemente baja el azúcar
Los estudios científicos apoyan completamente estas observaciones.
2024 — Journal of the Academy of Nutrition & Dietetics Las personas con buen control glucémico (HbA1c ≤ 7%) obtenían puntuaciones más altas en alimentación consciente.
2020 — Journal of Diabetes Investigation Un análisis de 8 estudios mostró que la atención plena redujo:
- el HbA1c (~0.25%)
- el estrés
- la depresión y angustia relacionada con la diabetes
2016 — Obesity Journal Las personas que practicaron mindfulness tenían:
- glucosa en ayunas más baja
- menos consumo de dulces
- mejores niveles de glucosa gracias a la atención plena
La nueva estrategia para la diabetes: comer más despacio
La alimentación consciente es una herramienta práctica porque ayuda a:
- evitar comer de más
- reducir comer por estrés o emociones
- reconocer la verdadera hambre
- mejorar la sensación de saciedad
- bajar el estrés (que sube la glucosa)
- disfrutar la comida
- evitar segundos platos innecesarios
Los médicos aclaran que no reemplaza el tratamiento médico, pero lo potencia.
Conclusión
La alimentación consciente no es magia, pero sí un hábito simple, científico y eficaz que mejora el control del azúcar y el bienestar emocional. No cuesta dinero, solo atención.
La comida no es solo nutrición; es una experiencia.
Cuando aprendemos a notar esa experiencia, el cuerpo responde con:
- mejor azúcar en sangre
- mejor digestión
- mejor estado emocional
- mejor salud general
La próxima vez que comas, detente un momento. Respira. Saborea.
Tu azúcar te lo agradecerá.