Investigadores revelan formas efectivas de prevenir la demencia mediante cambios de estilo de vida
Investigadores del Colegio de Medicina de la Universidad Atlántica de Florida revisaron recientemente los últimos estudios importantes sobre la prevención de la demencia y compartieron sus conclusiones en
The American Journal of Medicine. Su mensaje principal: los cambios en el estilo de vida pueden marcar una diferencia real al ralentizar el deterioro cognitivo, y médicos, líderes de salud y responsables de políticas deben tomar esto en serio.
La demencia está en aumento en Estados Unidos Las cifras son alarmantes. Mientras que las muertes por enfermedades cardíacas han disminuido en los últimos 20 años, las muertes por Alzheimer han aumentado más del 140%. Aproximadamente el 45% del riesgo de demencia proviene de factores de estilo de vida y ambientales que los estadounidenses pueden cambiar.
Actualmente, alrededor de 7,2 millones de estadounidenses mayores de 65 años tienen Alzheimer. Para 2060, ese número podría casi duplicarse a 14 millones. Esto no se trata solo del envejecimiento: es un problema importante de salud pública que afecta a familias, cuidadores y la sociedad.
Riesgos cotidianos que se acumulan La investigación muestra que varios hábitos aumentan el riesgo de demencia:
- Inactividad física (pasar mucho tiempo sentado)
- Mala alimentación (alta en alimentos procesados, azúcar y grasas no saludables)
- Obesidad o exceso de peso
- Consumo excesivo de alcohol
- Enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y depresión
- Aislamiento social o mental
La buena noticia: todos estos factores de riesgo se pueden modificar. Pequeños cambios en el estilo de vida pueden tener un impacto real.
Grandes estudios muestran lo que funciona Dos estudios importantes proporcionan evidencia sólida de que los cambios saludables en el estilo de vida protegen la salud del cerebro:
- Ensayo POINTER (EE. UU.)
Adultos mayores con riesgo de pérdida de memoria que recibieron apoyo para hacer ejercicio, seguir una dieta inspirada en Mediterránea/DASH, estimular la mente y participar socialmente mostraron mejoras medibles en memoria, pensamiento y toma de decisiones durante dos años.
- Ensayo FINGER (Finlandia)
Este estudio anterior confirmó que combinar múltiples hábitos saludables mejora la función cognitiva en adultos mayores más que cualquier intervención individual.
Cómo los cambios de estilo de vida protegen el cerebro
display: inline !important;Los investigadores explican la ciencia detrás de estos beneficios:
- El ejercicio aumenta el BDNF, un químico del cerebro que ayuda a crecer nuevas células cerebrales y fortalece los centros de memoria.
- Las dietas saludables reducen la inflamación, mejoran el control del azúcar en sangre y apoyan la energía del cerebro.
- Dejar de fumar y limitar el alcohol protege las conexiones cerebrales y la materia blanca.
- La estimulación mental y social mantiene el cerebro flexible, resiliente y listo para manejar el estrés.
¿Lo mejor? Nada de esto requiere medicamentos caros o tratamientos. Hacer estos cambios también alivia la carga de las familias y cuidadores, quienes ofrecen millones de horas de cuidado no remunerado en Estados Unidos cada año.
Consejos prácticos para los estadounidensesEsto es lo que recomiendan médicos y expertos en salud:
- Mantente activo: camina, estírate, baila o realiza hobbies activos.
- Come alimentos que beneficien al cerebro: frutas, verduras, nueces, proteínas magras y granos enteros (piensa en la dieta Mediterránea o DASH).
- Mantente socialmente activo: llama a amigos, únete a grupos comunitarios o aprende una nueva habilidad.
- Controla tus condiciones de salud: mantén la presión arterial, la diabetes y la depresión bajo control.
- Deja de fumar y limita el alcohol.
Incluso pequeñas mejoras pueden marcar la diferencia. Se estima que reducir los principales factores de riesgo de demencia entre un 10 y 20% por década podría disminuir los nuevos casos en un 15%, lo cual es significativo a medida que la población estadounidense envejece.
La demencia no es inevitable. Los estadounidenses tienen el poder de proteger sus cerebros mediante cambios simples y prácticos en el estilo de vida. Hacer ejercicio, comer saludablemente, mantenerse social y mentalmente activo y controlar enfermedades crónicas son estrategias comprobadas para reducir el riesgo de Alzheimer y otras formas de demencia..