El queso, especialmente los tipos curados, contiene niveles mucho más altos de microplásticos que la leche. Investigaciones han identificado plásticos comunes como
PET y polietileno. Estas partículas llegan a los productos lácteos durante varias etapas de producción, desde la alimentación del ganado hasta el empaque. Los consumidores pueden reducir su exposición eligiendo quesos frescos y evitando el uso de plásticos en su vida diaria.
Es importante conocer el origen de los alimentos que consumimos, incluido el queso, que puede contener contaminantes plásticos invisibles. Los
microplásticos son partículas diminutas, imposibles de ver a simple vista, pero cada vez más presentes en los alimentos, lo que genera preocupación por sus efectos en la salud.
Un estudio de la
Universidad de Padua analizó 28 muestras de productos lácteos y encontró microplásticos en casi todas. Estas partículas pueden entrar en los lácteos no solo por el empaque, sino también durante la producción, el transporte y el almacenamiento, a través del alimento animal, el equipo de ordeño o la ropa de los trabajadores.
Los quesos frescos como
mozzarella, ricotta o paneer suelen tener menos microplásticos que los curados como
cheddar, Gouda o parmesano, por lo que elegir los primeros puede ser más saludable.
Cómo entran los microplásticos en el queso y la leche
Los plásticos más comunes detectados fueron
PET, polietileno y polipropileno, materiales usados en envases de alimentos y productos de un solo uso. Pero el empaque no es la única fuente.
Los microplásticos pueden provenir de:
- El alimento y equipo de ordeño
- La ropa o equipo de protección de los trabajadores
- Las máquinas utilizadas para procesar el queso
- Los recipientes de transporte y almacenamiento
Esto demuestra que la contaminación ocurre en toda la cadena de producción láctea, no solo en el empaque.
Queso vs Leche: la diferencia en microplásticos
Las muestras de leche contenían un promedio de
350 partículas por kilogramo, mientras que el queso superaba
1.000 partículas por kilogramo.
- Quesos frescos (mozzarella, feta, paneer, etc.): ~1.280 partículas/kg
- Quesos curados (cheddar, Gouda, parmesano): ~1.857 partículas/kg
El proceso de maduración y prensado parece aumentar el riesgo de contaminación.
Riesgos para la salud
Los microplásticos en los alimentos pueden causar:
- Alteraciones en el azúcar en la sangre
- Daños en el hígado y las hormonas
- Inflamación crónica
- Cambios en la flora intestinal
- Mayor riesgo de infecciones, cáncer, enfermedades del corazón e infertilidad
Aún se estudian los efectos a largo plazo, pero la preocupación crece en todo el mundo.
Consejos prácticos para reducir la exposición a microplásticos
- Evita botellas de plástico; usa vidrio o acero inoxidable
- Hierve y filtra el agua del grifo
- Usa tablas de cortar de madera o cerámica
- No calientes comida en recipientes de plástico
- Prefiere quesos frescos en lugar de curados