Sabemos que la leche materna es lo mejor para el bebé. Eso no se discute. Pero últimamente se está hablando de algo que muchas no sabíamos: amamantar también puede afectar la salud de la mamá si no se cuida bien.
Una doctora de Estados Unidos, la
Dra. Vonda Wright, dijo que las mujeres pueden perder hasta el 20% de su calcio en los huesos durante los primeros meses de lactancia. Y ojo, que si no se recupera, eso puede traernos problemas en los huesos con el paso de los años, como dolores, fracturas o hasta osteoporosis.
Entonces, ¿amamantar debilita los huesos?
Sí, un poco… pero solo si no comés bien. Durante la lactancia, el cuerpo usa calcio para producir la leche, y si no lo tenés en la comida, lo saca de tus huesitos.
Por eso, es súper importante que si estás dando el pecho, incluyas más calcio en tu dieta:
leche, queso, yogur, espinaca, sardinas (aunque no te gusten, son buenísimas), o incluso tortillas fortificadas que algunas marcas ya traen calcio. “Muchas mujeres en nuestros países no saben esto, y con varios embarazos seguidos, el cuerpo se agota,” dice la Dra. Gabriela Chávez, especialista en salud ósea de México.
Pero también hay buenas noticias
La lactancia no es solo dar alimento. También es buena para tu salud. Te ayuda a:
- Bajar el riesgo de cáncer de mama y de ovario.
- Recuperarte más rápido del parto.
- Bajar esos kilitos del embarazo.
- Disminuir el riesgo de diabetes y problemas del corazón.
“Las mujeres que amamantan por varios meses tienen mejor salud en general, eso lo vemos en Argentina, en Colombia, en México, en todos lados,” cuenta la Dra. Paredes, cardióloga en Buenos Aires.
¿Y qué pasa en nuestra región?
Acá en América Latina, amamantar no siempre es fácil, aunque muchas lo hagamos por amor. Hay varios factores que lo dificultan y que muchas veces no se hablan lo suficiente. Uno de los más comunes es la falta de apoyo después del parto. A muchas mujeres les dan el alta a los pocos días de tener a su bebé, pero nadie les explica qué hacer si el bebé no se prende bien, si duele, o si tienen dudas. Se sienten solas y sin una guía clara para continuar la lactancia.
Otro problema frecuente es la alimentación. Muchas mamás no tienen acceso a una dieta balanceada o suficiente, ya sea por cuestiones económicas o por falta de información. Y cuando el cuerpo no recibe lo que necesita, es más difícil producir leche y mantenerse saludable. A esto se suma que en muchos trabajos no hay licencias de maternidad adecuadas ni espacios seguros para extraerse leche, lo que obliga a muchas mujeres a dejar de amamantar antes de lo que quisieran o a hacerlo con mucho estrés.
También está el tema de las cesáreas, que en nuestra región son muy comunes, muchas veces por rutina médica y no por necesidad real. En estos casos, es habitual que la mamá y el bebé sean separados en las primeras horas, lo cual retrasa el inicio de la lactancia y puede complicarla desde el principio.
Y, por último, en algunas zonas de América Latina, hay un problema serio con la contaminación. El agua o el ambiente en ciertos lugares contienen químicos como los llamados
"químicos eternos", que pueden afectar la producción de leche o incluso interferir con las hormonas relacionadas a la lactancia.
Todos estos factores hacen que amamantar en nuestra región requiera no solo amor, sino también información, apoyo y condiciones dignas para que las madres puedan hacerlo sin poner en riesgo su propia salud.
¿Y entonces, cómo te cuidás mientras amamantás?
Acá va lo más importante para que vos también estés bien:
- Comé alimentos ricos en calcio (lo dijimos arriba, pero va de nuevo).
- Tomá sol un ratito todos los días (con cuidado, claro) para la vitamina D.
- Si podés, consultá a tu doctor o a una nutricionista sobre suplementos.
- Hacete un tiempito para caminar o moverte un poco.
- Y no te olvides de tomar agua, mucha.
La otra cara de la lactancia: cuando el cuerpo de mamá también necesita apoyo
La lactancia es hermosa y poderosa, pero no tenés que descuidarte. Vos también necesitás apoyo. Comer bien, descansar (lo que se pueda), y tener información hace toda la diferencia.
“Cuidarte mientras cuidás a tu bebé no es egoísmo, es sabiduría,” dice la Dra. Chávez.
Dato curioso:
En países como Cuba, Uruguay o Chile, donde hay más apoyo a las mamás que amamantan, los bebés toman pecho por más tiempo… ¡y las mamás también se sienten mejor!