Un terremoto de magnitud 7,8 golpeó la región rusa de Kamchatka, seguido de varias réplicas a primera hora del viernes, lo que llevó a las autoridades a emitir una alerta de tsunami, que más tarde se levantó.
Imágenes impactantes capturaron edificios balanceándose, muebles traqueteando y luces temblando dentro de las casas, mientras que otro clip mostraba un automóvil estacionado balanceándose violentamente en la calle.
"Esta mañana está poniendo a prueba una vez más la resistencia de los residentes de Kamchatka", dijo AFP citó al gobernador de la región, Vladimir Solodov, en Telegram.
"Actualmente no hay informes de daños. Les pido a todos que mantengan la calma", agregó.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), el terremoto golpeó 128 kilómetros (80 millas) al este de Petropavlovsk-Kamchatsky, la capital regional, a una profundidad poco profunda de solo 10 kilómetros (seis millas).
La península de Kamchatka se encuentra en el volátil Anillo de Fuego, un enorme cinturón tectónico que rodea gran parte del Océano Pacífico. Esta zona es conocida por sus frecuentes terremotos y erupciones volcánicas, ya que varias de las principales placas tectónicas del planeta se ruelen constantemente entre sí.
La propia Kamchatka está salpicada de volcanes activos y tiene una larga historia de poderosas sacudidas sísmicas, lo que la convierte en una de las regiones más monitoreadas del mundo en busca de peligros geológicos.
Hace solo unos meses, en julio, el área fue sacudida por un megaterremo de magnitud 8,8 frente a su costa. El temblor desató un tsunami que se tragó partes de un pueblo costero y envió olas a correr a través del Pacífico, provocando advertencias generalizadas en países a miles de kilómetros de distancia.