Donald Trump calificó el martes a los inmigrantes somalíes de “basura” y dijo que deberían ser enviados de regreso a su país, en una diatriba que llega en medio de un presunto aumento de la aplicación de las leyes migratorias contra somalíes indocumentados en Minnesota.
En un discurso xenófobo durante una reunión de gabinete, Trump arremetió contra los somalíes y contra Ilhan Omar, la representante en el Congreso nacida en Somalia y ciudadana estadounidense. Afirmó que Somalia “huele mal” y que “no sirve de nada por una razón”.
“No aportan nada. No los quiero en nuestro país, se lo digo con franqueza”, dijo. Llamó a Omar “basura” y afirmó que “vamos por el camino equivocado si seguimos recibiendo basura en nuestro país”.
“Estas son personas que no hacen más que quejarse”, declaró. “Solo se quejan, y del lugar de donde vienen no obtuvieron nada… Cuando vienen del infierno y solo se quejan y no hacen nada más que protestar, no los queremos en nuestro país. Que regresen a donde vinieron y lo arreglen”.
The New York Times informó el martes que el área metropolitana de Minneapolis–St. Paul, donde reside la mayoría de los somalíes, vería intensificarse los esfuerzos de deportación esta semana, centrándose principalmente en somalíes con órdenes finales de expulsión. Se utilizarían “equipos de choque” de agentes del ICE y otros funcionarios federales, desplegando alrededor de 100 agentes de todo el país. Otros medios, incluida la Associated Press, confirmaron esta información.
La medida llega después de que sectores de derecha se hayan apoyado en varios casos de fraude, ocurridos a lo largo de varios años, en los que decenas de residentes somalíes supuestamente mintieron al estado para recibir reembolsos relacionados con comidas, atención médica, vivienda y servicios para el autismo. La administración Trump ya había amenazado anteriormente con revocar el estatus de protección temporal para los somalíes en Minnesota, calificando al estado como un “centro de actividad fraudulenta de lavado de dinero”.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, también anunció el lunes que su departamento investigaría si fondos de los contribuyentes de Minnesota “han sido desviados a la organización terrorista Al-Shabaab”, compartiendo una nota reciente de un medio de derecha que hacía estas afirmaciones.
Jacob Frey, alcalde de la ciudad, junto con otros líderes locales, ofreció una conferencia de prensa el martes para responder a los “informes creíbles” sobre el aumento de la persecución migratoria. Frey afirmó que la ciudad respalda a la comunidad somalí. La policía de Minneapolis no colabora con la aplicación de las leyes migratorias, y el jefe policial señaló que el departamento no recibe notificaciones previas sobre estos operativos.
“A nuestra comunidad somalí, los queremos y estamos con ustedes”, dijo Frey. “Ese compromiso es inquebrantable”.
Minneapolis alberga a la mayor población somalí del país, con unas 80.000 personas viviendo en el estado. La mayoría son ciudadanos estadounidenses o residentes legales.
“Apuntar contra la población somalí significa que se violará el debido proceso, se cometerán errores y, seamos claros, significa que ciudadanos estadounidenses serán detenidos sin otro motivo que su apariencia somalí”, concluyó Frey.
