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Las tierras indígenas deben reconocerse como parte de la política climática, afirma ministra brasileña

La ministra brasileña Sonia Guajajara afirmó en la Cop30 que la demarcación de tierras indígenas debe integrarse en la política climática mundial. Alertó sobre la presión de la minería en territorios protegidos y defendió el papel de las comunidades tradicionales en las negociaciones climáticas. Destacó el Tropical Forest Forever Facility, un fondo para conservar bosques existentes, aunque lamentó que el Reino Unido se retirara como inversor inicial. También señaló que China apoya la iniciativa, pero aún sin compromisos financieros claros.
Las tierras indígenas deben reconocerse como parte de la política climática, afirma ministra brasileña
(Crédito de la imagen: TIL Creatives)
Los países deben reconocer la demarcación de tierras indígenas como un componente clave para enfrentar la crisis climática, y la sociedad civil debe participar en la defensa de estos territorios frente a los intereses mineros, afirmó la ministra brasileña de los Pueblos Indígenas. Sonia Guajajara, activista indígena de larga trayectoria antes de ser nombrada ministra por el presidente Lula da Silva, señaló: “Uno de los objetivos de la cumbre de la Cop30 es solicitar que los países reconozcan la demarcación de territorios indígenas como política climática”. En la Cop30 expresó su confianza en los debates que se están llevando a cabo dentro de las comunidades tradicionales, afrodescendientes, agricultores familiares y pueblos indígenas. Estos debates, dijo, “pueden generar recomendaciones para el texto final de la conferencia”. La idea es que este tema sea retomado en futuras Cops. Guajajara habló antes de las protestas pacíficas realizadas el viernes por la mañana frente al centro de conferencias en Belém, donde manifestantes indígenas interrumpieron brevemente las negociaciones de la Cop30. Los manifestantes bloquearon de forma pacífica la entrada principal, obligando a los delegados a utilizar un acceso lateral durante aproximadamente dos horas, en medio de una fuerte presencia policial y militar. Posteriormente, la entrada volvió a funcionar con normalidad. La ministra advirtió que los países deben mantener los derechos de los pueblos indígenas, mientras que los intereses mineros buscan explotar los “minerales críticos” necesarios para la fabricación de equipos de energía renovable y otras tecnologías de bajas emisiones. El río Tapajós y muchos otros grandes ríos amazónicos han sido contaminados por el mercurio utilizado en la extracción de oro. Actualmente existen iniciativas para abrir el territorio yanomami —la mayor tierra indígena de Brasil— a la minería industrial. Con el aumento del valor del oro y de los minerales críticos impulsado por la transición energética y la expansión de las telecomunicaciones, el Congreso brasileño, dominado por intereses del agronegocio y la minería, presiona para ampliar la exploración. Guajajara declaró: “Estamos trabajando arduamente para impedir la explotación de estos territorios. Nuestra Constitución federal garantiza el derecho exclusivo de los pueblos indígenas sobre sus tierras… Tenemos que dialogar y persuadir al Congreso para que no apruebe estos planes”. También señaló que uno de los principales mecanismos mediante los cuales la cumbre podría beneficiar a la Amazonia y a sus pueblos es el Tropical Forest Forever Facility (TFFF), lanzado la semana pasada en Belém. El fondo tiene como objetivo ayudar a los países que conservan grandes áreas de bosque a mantenerlas en pie. La mayoría de los mecanismos financieros actuales se destinan únicamente a regiones que ya sufren deforestación, y no existen sistemas globales que compensen a los países por renunciar a los beneficios económicos de corto plazo derivados de la tala, la ganadería o la conversión de bosques en plantaciones. El TFFF es uno de los principales resultados que Brasil espera de la Cop30, y hasta ahora se han prometido alrededor de 5.500 millones de dólares (4.200 millones de libras esterlinas). Lula espera obtener 25.000 millones de dólares en fondos públicos, que luego servirían para movilizar 100.000 millones adicionales en los mercados financieros. Guajajara calificó de “lamentable” la decisión del Reino Unido de no invertir en este fondo de protección forestal que ayudó a crear. El Reino Unido estuvo entre los diez países que participaron en el diseño de la iniciativa brasileña. Consultores de la City de Londres elaboraron algunos de los modelos financieros iniciales, y diplomáticos británicos promovieron activamente el plan. Incluso el premio Earthshot del príncipe William incluyó al TFFF entre sus finalistas. Sin embargo, poco antes de su lanzamiento oficial, el gobierno británico anunció que no estaría entre los primeros inversionistas. “Es lamentable que Reino Unido no esté aportando recursos”, dijo Guajajara. “Antes de la Cop, estaban dando señales claras de que contribuirían.” Un veterano observador de cumbres climáticas afirmó que este episodio ha enfriado las relaciones entre Brasil y el Reino Unido, algo desafortunado, ya que ambos países deberían estar trabajando estrechamente para lograr un resultado positivo en la Cop30. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, también adoptó un tono diplomático al señalar a que espera que el Reino Unido reconozca que el TFFF es una inversión valiosa. Otro país que se esperaba que invirtiera en el TFFF era China. La semana pasada expresó su apoyo y anunció que se uniría, pero no precisó el monto de su contribución. Una posible razón de su cautela es la postura histórica de China: los países ricos e industrializados deben asumir la responsabilidad financiera de combatir la crisis climática, pues son los principales responsables de haberla causado. Silva dijo que esta posición es comprensible. “Durante mucho tiempo hemos tenido que presionar a los países desarrollados para que cumplan sus obligaciones bajo el Acuerdo de París, lo cual no ha ocurrido hasta hoy.” Sin embargo, afirmó que el TFFF es diferente: “Cada país tiene su propia estrategia y no quiere abrir precedentes en cuanto a que las naciones en desarrollo realicen donaciones. Pero en el caso del TFFF, no es una donación. Es una inversión.”