Las autoridades australianas informaron que el tiroteo masivo ocurrido durante una celebración de Janucá en Bondi Beach, en Sídney, fue un ataque terrorista inspirado en la ideología del Estado Islámico (EI). El ataque causó la muerte de 15 personas y fue llevado a cabo por un padre y su hijo, originarios de Hyderabad, en la India.
La Policía de Telangana confirmó posteriormente que Sajid Akram, uno de los atacantes, era originario de Hyderabad, corrigiendo informes anteriores que indicaban que los sospechosos eran de origen pakistaní. La comisionada de la Policía Federal, Krissy Barrett, afirmó que el ataque fue ideológicamente motivado, tras el hallazgo de material vinculado al EI y explosivos caseros.
El primer ministro Anthony Albanese explicó que esta conclusión se basó en pruebas incautadas durante la investigación, como banderas extremistas y contenido en línea relacionado con el grupo terrorista. Las víctimas tenían entre 10 y 87 años, e incluían a un rabino nacido en el Reino Unido, un sobreviviente del Holocausto, un policía retirado y una niña de 10 años. Veinticinco personas siguen hospitalizadas, varias en estado crítico.
Los sospechosos fueron identificados como Sajid Akram, de 50 años, quien murió tras ser abatido por la policía, y su hijo Naveed Akram, de 24 años, que permanece hospitalizado bajo custodia policial. Las autoridades indicaron que los atacantes eligieron de forma deliberada a personas judías con la intención de causar un gran número de víctimas.
Durante la investigación, la policía encontró dos banderas caseras del Estado Islámico colocadas sobre un vehículo utilizado en el ataque, así como explosivos improvisados. La agencia de inteligencia australiana ASIO había investigado a Naveed Akram en 2019 por sus vínculos con personas relacionadas con una red pro-EI, pero no fue considerado una amenaza inmediata en ese momento.
Las autoridades insistieron en que no hubo fallos de inteligencia y que ninguno de los dos estaba en una lista de vigilancia antiterrorista. Sajid Akram poseía legalmente seis armas de fuego con licencia para caza recreativa. El ataque ha reabierto el debate sobre el control de armas en Australia.
También se investiga un viaje que el padre y el hijo realizaron a Filipinas semanas antes del ataque. Fuentes de seguridad señalaron que podrían haber recibido entrenamiento de tipo militar, aunque esto aún no ha sido confirmado oficialmente.
Varias personas fueron reconocidas por su valentía durante el ataque. Ahmed al Ahmed, un comerciante de origen sirio, logró desarmar a uno de los atacantes antes de resultar gravemente herido. El primer ministro lo calificó como “un verdadero héroe australiano”.