Cada año, sin falta, llega un momento especial en el calendario que no todos conocen, pero que quienes lo han sentido no olvidan: el Portal de la Puerta del León, que se abre cada 8 de agosto.
No es solo un evento astronómico. Es un evento energético. Uno que —para quienes lo viven con conciencia— trae un empuje invisible pero muy real, como si el universo te susurrara:
“¿Estás listo para dar el siguiente paso? Porque yo sí.”
¿Qué es el Portal del León?
Sucede cuando el Sol está en Leo, su signo de mayor brillo y fuerza, y se alinea con la estrella Sirio, conocida como nuestro segundo Sol espiritual. También se alinea con el cinturón de Orión y con la Tierra. Este cruce cósmico no es solo bonito en el cielo: abre una puerta energética, un canal entre lo humano y lo divino.
Y no es casualidad que sea el 8 del 8. En numerología, el número 8 representa poder, transformación y abundancia. Es el símbolo del infinito. Es el puente entre lo material y lo espiritual.
¿Qué se siente?
Algunas personas dicen que estos días se sienten más cansadas, más emocionales. Otras, que tienen sueños muy vívidos, revelaciones, o una sensación de urgencia por cambiar algo.
La verdad es que cada cuerpo y cada alma lo vive distinto. Pero hay algo en común: una invitación a mirar hacia adentro con honestidad.
Este portal no es una “varita mágica”, pero sí una oportunidad para reconectar con tu propósito, soltar cargas viejas y manifestar con más claridad lo que deseas.
¿Qué podemos hacer?- Medita, aunque sea unos minutos. En silencio. Con los ojos cerrados. Escucha lo que tu cuerpo o tu corazón intentan decir.
- Escribe tus intenciones, sin filtro, con honestidad. ¿Qué estás listo para soltar? ¿Qué quieres comenzar?
- Muévete, respira, camina descalzo. Reconéctate con lo real, con lo que no se compra ni se mide.
- Habla con alguien que te escuche sin juicio. A veces, compartir tu vulnerabilidad es también abrir una puerta.
El Portal del León: una puerta cósmica que te invita a soltar, sentir y renacer
El Portal del León no te obliga a nada. Solo te ofrece una energía distinta, un empujoncito desde las estrellas que te dice:
“Tú puedes. Pero para avanzar, tienes que ser honesto contigo mismo.”
Si hoy te sientes removido, esperanzado, o incluso un poco perdido… no estás solo.
Tal vez es solo que tu alma —como la Tierra— está atravesando una puerta. Y eso, aunque duela, también es una forma de renacer.