Instagram ha anunciado una importante actualización de sus políticas que limita el acceso a su popular función de Live. Antes, cualquier usuario podía hacer directos, sin importar la cantidad de seguidores o la privacidad de la cuenta. Ahora, solo quienes tengan al menos
1,000 seguidores y una
cuenta pública podrán iniciar transmisiones en vivo.
Este cambio alinea a Instagram con plataformas como TikTok, que también exigen un mínimo de seguidores para usar el Live. Aunque Instagram no ha explicado oficialmente los motivos, parece buscar mejorar la calidad y relevancia de los contenidos en directo, reducir costos de infraestructura y orientar la función hacia un uso más profesional y monetizable.
Sin embargo, esta decisión ha generado preocupación entre creadores pequeños y usuarios que usaban los directos para interactuar de forma casual.
Nueva política de Instagram para hacer directos
La nueva regla exige:
- Tener mínimo 1,000 seguidores.
- Mantener la cuenta como pública.
Quienes no cumplan con estos requisitos verán un aviso en la app:
Esto limita la función de Live a usuarios más consolidados, dejando fuera a cuentas pequeñas y perfiles privados, y convierte el Live en una herramienta más enfocada a creadores con audiencias grandes.
¿Por qué Instagram hizo este cambio? Posibles razones
Aunque Instagram no lo ha explicado de forma oficial, expertos y comentarios de usuarios apuntan a varias motivaciones:
- Mejorar la calidad y experiencia de transmisión:
Las emisiones en vivo requieren mucho ancho de banda y recursos en tiempo real. Limitar la función a cuentas grandes podría reducir la saturación y ofrecer transmisiones más estables.
- Enfoque en monetización y contenidos profesionales:
Favoreciendo cuentas con más seguidores, Instagram impulsa el uso de Live para negocios, marketing de influencers y contenidos patrocinados, alineándose con los objetivos de ingresos de Meta.
- Ajuste a las tendencias del sector:
Plataformas como TikTok ya exigen un número mínimo de seguidores para hacer directos. Instagram parece querer igualar sus políticas para competir y atraer a los anunciantes.
Esta medida refleja la tendencia general del sector: el Live cada vez se centra más en contenidos profesionales que en la interacción social espontánea.
Pequeños creadores muestran su frustración
La actualización ha generado reacciones encontradas, sobre todo entre usuarios con pocas cuentas o creadores independientes. Las críticas más comunes incluyen:
- Menos creatividad y comunidad:
Muchos usaban Live para charlas casuales, hobbies o conectar con amigos. Al restringir el acceso, se pierde parte de esa autenticidad.
- Fomentar el crecimiento artificial:
Temen que más usuarios recurran a comprar seguidores falsos para desbloquear la función, afectando la calidad de la comunidad.
- Dar prioridad a las ganancias sobre los usuarios:
Algunos critican que Instagram prioriza el contenido rentable y las colaboraciones con marcas, dejando de lado a quienes no generan ingresos.
Algunos comentaristas en redes han calificado el cambio como “un paso hacia la comercialización” que podría alejar a los pequeños creadores que ayudaron a construir la comunidad de Instagram.
Impacto para los usuarios de Instagram a partir de ahora
Las consecuencias principales serían:
- Los grandes creadores salen beneficiados:
Influencers y cuentas con muchos seguidores tendrán un control más exclusivo sobre los directos, lo que puede darles más visibilidad e ingresos.
- Las cuentas pequeñas tendrán que adaptarse:
Quienes tengan menos de 1,000 seguidores deberán buscar otras formas de interactuar o enfocarse en hacer crecer su audiencia antes de poder hacer directos.
- Cambio hacia lo profesional:
Instagram orienta cada vez más el Live a contenidos promocionales, marketing y colaboraciones con marcas, alejándose de su uso como herramienta social cotidiana.
Este cambio puede transformar cómo se relacionan las comunidades en Instagram y también influir en qué plataformas eligen los pequeños creadores para compartir su contenido.