El presidente ruso,
Vladimir Putin, ha advertido que el suministro de misiles Tomahawk de Estados Unidos a Ucrania podría desencadenar un "nivel completamente nuevo de escalada", incluso en las relaciones entre Moscú y Washington.
Hablando en un foro en Sochi, Putin dijo que no alteraría la situación en el campo de batalla, donde el ejército ruso está haciendo avances lentos pero constantes.
"Usar Tomahawks sin la participación directa del personal militar estadounidense es imposible. Esto marcaría una etapa de escalada completamente nueva y cualitativamente nueva, incluso en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos", dijo Putin en el foro.
Sin embargo, pocas horas después de la advertencia de Putin, Reuters informó que el plan de la administración Trump de enviar misiles Tomahawk a Ucrania puede ser inviable porque los inventarios actuales están comprometidos con la marina de los Estados Unidos y otros usos.
Un funcionario estadounidense dijo a Reuters que no había escasez del misil Tomahawk, que los militares utilizan con frecuencia para misiones de ataque terrestre, lo que sugiere que se podrían proporcionar armas alternativas de corta distancia a Kiev.
El funcionario agregó que Estados Unidos podría considerar permitir a los aliados europeos comprar otras armas de largo alcance y suministrarlas a Ucrania, pero los Tomahawks eran poco probables.
En las últimas semanas, el presidente Donald Trump ha cambiado significativamente su retórica con respecto a la guerra en Ucrania, sugiriendo que Kiev podría retomar toda la tierra que Rusia ha tomado y describiendo al ejército ruso como un "tigre de papel".
Un resultado tangible de esta nueva postura es la decisión de Estados Unidos de ayudar a Ucrania a atacar la infraestructura energética rusa. Un nuevo mecanismo financiero, la Lista Priorizada de Requisitos de Ucrania (PURL), ha sido desarrollado por los Estados Unidos y sus aliados para suministrar a Ucrania nuevas armas y las de las existencias estadounidenses utilizando fondos de los países de la OTAN.
El suministro de misiles Tomahawk a Ucrania podría ampliar significativamente sus capacidades de ataque, lo que le permitiría alcanzar objetivos en lo profundo del territorio ruso, incluidas las bases militares, los centros logísticos, los aeródromos y los centros de mando que actualmente están fuera de su alcance.
El Kremlin dijo el jueves que si Estados Unidos proporciona Tomahawks a Ucrania, desencadenaría una nueva ronda de escalada peligrosa entre Rusia y Occidente.
Según los documentos presupuestarios del Pentágono, la Marina de los Estados Unidos, el usuario principal del Tomahawk, ha comprado hasta ahora 8.959 misiles a un precio promedio de 10,8 millones de rupias cada uno. El misil Tomahawk ha estado en producción desde mediados de la década de 1980. En los últimos años, la producción ha oscilado entre 55 y 90 por año. Según los datos presupuestarios del Pentágono, Estados Unidos planea comprar 57 misiles en 2026.