Las fuerzas de seguridad españolas han asestado un duro golpe al narcotráfico tras desarticular una organización criminal que utilizaba helicópteros para introducir hachís desde Marruecos hasta el sur de España, un método poco habitual que pone de relieve la constante adaptación de las mafias del tráfico de drogas.
La operación, liderada por la Guardia Civil y realizada en colaboración con autoridades de Marruecos, Bélgica y Suecia, se ha saldado con seis detenidos y la incautación de más de 650 kilos de hachís, además de un helicóptero, armas de fuego, dinero en efectivo y varios vehículos.
Un método sofisticado y arriesgadoSegún las investigaciones, la red criminal empleaba helicópteros para realizar vuelos rápidos entre el norte de África y la península ibérica, evitando así los controles marítimos habituales en el Estrecho de Gibraltar. Una vez en territorio español, la droga era almacenada en fincas rurales y naves industriales situadas en provincias como Málaga, Almería y Murcia, antes de ser distribuida por carretera a otros países europeos.
Este sistema, aunque costoso y arriesgado, permitía a los traficantes mover grandes cantidades de droga en poco tiempo, reduciendo el riesgo de interceptación en alta mar.
España, puerta de entrada a EuropaLa operación vuelve a poner de manifiesto el papel de España como uno de los principales puntos de entrada de drogas hacia Europa, debido a su cercanía geográfica con Marruecos, uno de los mayores productores mundiales de hachís. Tradicionalmente, el tráfico se ha realizado por vía marítima mediante lanchas rápidas, pero en los últimos años las mafias han diversificado sus métodos, recurriendo incluso a drones y aeronaves ligeras.
Las autoridades señalan que esta diversificación responde al aumento de la presión policial y a los controles cada vez más estrictos en el litoral.
Cooperación internacional claveLa Guardia Civil ha destacado la importancia de la cooperación internacional para desmantelar este tipo de redes, que operan a varios niveles y en distintos países. El intercambio de información y la coordinación con fuerzas de seguridad extranjeras han sido fundamentales para localizar a los responsables y neutralizar la logística de la organización.
Lucha constante contra el narcotráficoDesde el Ministerio del Interior se subraya que esta operación demuestra la capacidad de adaptación de las fuerzas de seguridad frente a organizaciones criminales cada vez más sofisticadas. No obstante, también evidencia que el narcotráfico sigue siendo un desafío persistente, especialmente en el sur de España.
Mientras continúan las investigaciones para determinar si hay más implicados, esta operación representa un nuevo paso en la lucha contra el tráfico de drogas y envía un mensaje claro: las rutas y métodos pueden cambiar, pero la presión policial se mantiene.
