En Estados Unidos, el término “Tarjeta Verde” se refiere a la tarjeta de residencia permanente, un documento bien establecido que otorga a los extranjeros el derecho legal de vivir y trabajar en el país. Recientemente, el expresidente Donald Trump propuso la creación de una “Tarjeta Dorada”, un nuevo programa de visado dirigido a inversionistas extranjeros adinerados. Esta iniciativa busca sustituir el actual programa EB-5 para inversionistas inmigrantes. A continuación, analizamos las diferencias entre la tradicional Tarjeta Verde y la propuesta Tarjeta Dorada, en cuanto a criterios de elegibilidad, beneficios y posibles implicaciones.
La Tarjeta Verde Tradicional
¿Qué es?
Permite a personas extranjeras residir y trabajar de forma permanente en Estados Unidos. Los titulares pueden solicitar la ciudadanía estadounidense si cumplen ciertos requisitos de residencia y legales.
Vías para obtener una Tarjeta Verde:
- Patrocinio familiar: Parientes directos de ciudadanos estadounidenses, como cónyuges, hijos o padres, pueden ser patrocinados para la residencia permanente.
- Basada en empleo: Personas con ofertas de trabajo específicas o habilidades extraordinarias en áreas como arte, ciencia o negocios.
- Inversión (Programa EB-5): Inversores extranjeros que aporten al menos $1.05 millones (o $800,000 en áreas de empleo prioritarias) a una empresa comercial que genere al menos diez empleos a tiempo completo pueden calificar.
Beneficios:
- Residencia permanente: Vivir y trabajar en cualquier parte del país indefinidamente.
- Camino a la ciudadanía: Posibilidad de naturalizarse tras cumplir los requisitos.
- Protección legal: Acceso a la mayoría de los derechos legales bajo la ley estadounidense.
La Propuesta Tarjeta Dorada
¿Qué es?
El 25 de febrero de 2025, Trump anunció el programa de visado “Tarjeta Dorada”, enfocado en atraer a inversionistas extranjeros de alto poder adquisitivo dispuestos a aportar $5 millones a la economía estadounidense. Su objetivo es estimular el crecimiento económico y la creación de empleo.
Características clave:
- Requisito de inversión: Aporte directo de $5 millones al gobierno de EE. UU.
- Privilegios de residencia: Derechos similares a los de los titulares de la Tarjeta Verde, incluyendo la residencia y el trabajo en EE. UU.
- Camino a la ciudadanía: Aunque se contempla, aún no se han definido los detalles sobre el proceso y el tiempo requerido.
¿Por qué surge la Tarjeta Dorada?
Busca reemplazar al programa EB-5, que ha sido criticado por su supuesta falta de transparencia y eficacia. Según el secretario de Comercio, Howard Lutnick, el programa actual está “lleno de fantasías y fraudes”. La Tarjeta Dorada, con un umbral de inversión más alto y un proceso más directo, pretende atraer inversionistas más sólidos y reducir los abusos.
Análisis Comparativo
Monto de inversión:
- Tarjeta Verde (EB-5): Mínimo de $1.05 millones, o $800,000 en zonas específicas.
- Tarjeta Dorada: Aporte único y elevado de $5 millones.
Proceso de solicitud:
- Tarjeta Verde: Requiere demostrar el origen de los fondos, creación de empleo y pasar verificaciones exhaustivas.
- Tarjeta Dorada: Se espera un proceso más simple, centrado en la contribución económica y una evaluación financiera rigurosa.
Impacto económico:
- Tarjeta Verde: Inversiones canalizadas a empresas específicas, con efectos localizados.
- Tarjeta Dorada: Se proyecta un impacto más amplio, con posibles usos de los fondos para reducir el déficit nacional.
Accesibilidad:
- Tarjeta Verde: Disponible para personas con vínculos familiares, ofertas laborales o capacidad de inversión.
- Tarjeta Dorada: Reservada exclusivamente para individuos con gran poder económico.
Implicaciones Potenciales
Consideraciones económicas:
El gobierno prevé que la Tarjeta Dorada podría atraer hasta un millón de inversionistas, lo que supondría ingresos de hasta 5 billones de dólares. Estos fondos podrían ayudar a reducir la deuda nacional y dinamizar la economía.
Desafíos legales y políticos:
La implementación de la Tarjeta Dorada podría enfrentar obstáculos legales, ya que modificar las leyes migratorias requiere normalmente la aprobación del Congreso. No obstante, la administración defiende que el programa puede establecerse sin necesidad de nueva legislación, algo que podría ser objeto de debate.
Cuestiones sociales y éticas:
Un sistema de inmigración basado en la capacidad de pago plantea interrogantes sobre la equidad y los valores que sustentan la política migratoria estadounidense. Aunque busca atraer personas que generen impacto económico, podría ser percibido como un sistema que favorece a los ricos por encima de otros inmigrantes igualmente merecedores.