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Zohran Mamdani y el nuevo idioma de la política: cómo un hijo de inmigrantes habló al corazón latino de Nueva York

En la campaña a la alcaldía de Nueva York de 2025, Zohran Mamdani —hijo de inmigrantes y asambleísta de Queens— revolucionó la manera de hablarle al electorado latino. Su estrategia combinó mensajes en español, presencia directa en barrios como Corona, Washington Heights y el Bronx, y una agenda centrada en vivienda asequible, transporte público y justicia económica.Más que traducir discursos, Mamdani buscó traducir empatía: conectar con comunidades que rara vez se sienten escuchadas por la política tradicional. Su esfuerzo rindió frutos: logró un notable apoyo entre votantes latinos, según encuestas de la Hispanic Federation, y generó un nuevo modelo de campaña multicultural e inclusiva.El caso de Mamdani muestra que el futuro político de Nueva York —y quizás del país— pasa por entender que los idiomas, los acentos y las historias de sus habitantes son también parte del poder democrático.
Zohran Mamdani y el nuevo idioma de la política: cómo un hijo de inmigrantes habló al corazón latino de Nueva York
(Crédito de la imagen: iTimes Spanish)
En los barrios donde el español se mezcla con el sonido del tren elevado —en Corona, en Washington Heights, en Woodhaven— algo distinto empezó a oírse durante la campaña de 2025. No era solo otro político repartiendo volantes; era Zohran Mamdani, un joven asambleísta hijo de inmigrantes ugandeses e indios, hablando en español con acento, pero con intención.“Intentamos hablar con cada neoyorquino, aunque solo pudiera hacerlo en su idioma o, al menos, intentarlo”, dijo en un video que recorrió las redes.Al Jazeera, julio 2025Su voz —a veces quebrada por la dificultad del idioma, pero firme en el mensaje— resonó entre muchos que no se sienten escuchados por la política tradicional. Una campaña en muchos idiomas, una sola ciudadMamdani apostó por algo que en la política neoyorquina suele ser raro: hablarle directamente a la gente en su lengua materna. Su equipo tradujo materiales a español, árabe, urdu y bengalí.Pero más allá de las palabras, su campaña se sintió auténtica. No era traducción literal: era diálogo cultural.En las calles de Corona o el Bronx, sus voluntarios —muchos jóvenes latinos— explicaban sus propuestas de congelar los alquileres, mejorar el transporte público y ampliar el cuidado infantil. Eran temas que tocaban la vida cotidiana de miles de familias latinas.Según la Hispanic Federation, la vivienda, la seguridad y el costo de vida son las principales preocupaciones de los votantes latinos en la ciudad.Y Mamdani escuchó. Su discurso sobre vivienda y justicia económica reflejaba esas prioridades. “Los latinos enfrentan los niveles más altos de inseguridad habitacional en Nueva York. Si no congelamos los alquileres, seguiremos expulsando a los trabajadores que hacen que esta ciudad viva”, dijo en una entrevista. El poder de la presenciaMás allá de los anuncios, Mamdani fue presente. Caminó por los mercados de Washington Heights, visitó peluquerías en el Bronx y habló con pequeños empresarios dominicanos y ecuatorianos.Buscó el apoyo de líderes como el congresista Adriano Espaillat, uno de los políticos dominicanos más influyentes de Nueva York.En los mapas electorales, su campaña creció justo allí donde la política suele olvidarse: en los vecindarios de inmigrantes.Los datos del Washington Post muestran un aumento notable del voto en áreas de mayoría latina como Corona y Woodhaven. Resultados y significadoSegún un sondeo de la Hispanic Federation publicado en octubre de 2025, Mamdani obtuvo el 48 % del apoyo latino, superando a figuras de larga trayectoria política como Andrew Cuomo.Fue un avance histórico para un candidato joven, progresista y musulmán en una ciudad donde la comunidad latina representa más de 1,7 millones de votantes.Su campaña demostró que hablar español no es un gesto simbólico: es una forma de respeto. Que traducir un mensaje no basta; hay que traducir la empatía. Más allá de la traducciónNo todos los retos desaparecieron. Algunos sectores latinos, especialmente pequeños empresarios, criticaron que Mamdani no asistiera a ciertos foros comerciales hispanos. Otros señalaron que su campaña debía consolidar relaciones a largo plazo y no solo en época electoral.Pero incluso sus críticos admitieron que abrió una puerta.En un tiempo en que los votantes latinos son cortejados pero rara vez comprendidos, Mamdani demostró que un político puede no ser latino y, aun así, hablar el idioma del barrio: el idioma del respeto y la escucha.El eco de una nueva políticaZohran Mamdani no solo habló en español; habló con los latinos de Nueva York. Su campaña fue un espejo donde muchos se vieron reflejados: trabajadores que madrugan en el metro, madres que luchan por pagar la renta, jóvenes que sueñan en dos idiomas.Su mensaje —una ciudad más justa, más humana, más cercana— se volvió un himno multilingüe. Y aunque su español no sea perfecto, su gesto fue claro: en la Nueva York del futuro, todos los idiomas tienen cabida en la conversación política.