Elon Musk, CEO de Tesla y propietario de X, arremetió recientemente contra CNN por supuestamente “negarse” a identificar al tirador de Minneapolis como transgénero. Musk respondió a un usuario que señalaba que el informe de CNN no mencionaba la identidad de género del atacante y añadió: “CNN está profundamente infectada por el virus de la mente woke”. Su comentario lo volvió a situar en el centro de la guerra cultural estadounidense, asegurando que las repercusiones de la tragedia en Minneapolis giraran tanto en torno a las narrativas mediáticas como al ataque mismo.
¿Era trans el tirador?
Las autoridades confirmaron después que Robin Westman, de 23 años, el autor del ataque en la escuela católica Annunciation, se identificaba como transgénero. Aún no está claro si ese hecho guarda relación con el motivo del ataque, pero su omisión en algunos informes iniciales ha avivado el debate. Críticos acusaron a las redacciones de sesgo ideológico, mientras que otros advirtieron que destacar ese detalle puede contribuir a una mayor marginación de las personas trans.
El largo historial de Musk con la ideología trans
Los comentarios de Musk reflejan su hostilidad de larga data hacia lo que denomina “ideología woke”. A lo largo de los años ha ridiculizado el uso de pronombres, descalificado protecciones para personas trans y prometido oponerse a los tratamientos de afirmación de género para menores. Su postura ha suscitado críticas de activistas y empleados, pero él se ha mantenido desafiante, presentándose como un defensor del “sentido común” frente a los excesos progresistas.
La transición de su hijo: Vivian Jenna Wilson
La postura de Musk también genera atención por su historia personal. Su hijo mayor, antes conocido como Xavier Musk, realizó su transición en 2020 y ahora es legalmente reconocido como Vivian Jenna Wilson. Adoptó el apellido de su madre y buscó romper lazos con su padre, citando sus actitudes hacia su identidad. En entrevistas posteriores, Vivian relató las dificultades que vivió con las opiniones despectivas de Musk y su lejanía como padre, al tiempo que abrazaba su propia voz como joven mujer trans. Su distanciamiento se ha convertido en un subtexto simbólico dentro de la guerra más amplia de Musk contra la ideología trans.
La identidad y política del tirador
El perfil de Westman refleja más confusión y rabia que una ideología clara. Sus armas estaban cubiertas de consignas de odio: mensajes anticatólicos, anti-India, anti-Israel y anti-Trump se mezclaban con grafitis burdos tomados de internet. Los investigadores creen que su visión del mundo era menos una doctrina política que un reflejo caótico de los espacios extremistas en línea.
Reacciones de la derecha
Numerosas voces de la derecha y afines al movimiento MAGA aprovecharon rápidamente la identidad trans del atacante para enmarcar la tragedia dentro de la guerra cultural.
El líder de la mayoría republicana en la Cámara, Tom Emmer, exigió derogar la ley de “refugio trans” de Minnesota, alegando que fomentaba la confusión en los jóvenes y socavaba los derechos de los padres. También pidió al FBI que clasificara el tiroteo como un crimen de odio y un acto de terrorismo doméstico.
En los márgenes, comentaristas de plataformas ligadas a teorías conspirativas celebraron la cobertura de la identidad de género del tirador como una “victoria” del periodismo independiente —aunque incluso algunos de su propio sector advirtieron que esa retórica era insensible tan poco tiempo después de la muerte de niños.
La respuesta reflejó un patrón más amplio: en lugar de enfocarse principalmente en el acceso a armas o fallos de seguridad, gran parte de la derecha trasladó la atención hacia la ideología de género. La intervención de Musk amplificó esta reacción, colocando la identidad trans del tirador en el centro de las repercusiones políticas.
Resumen del ataque
La realidad del ataque fue devastadora. El miércoles por la mañana, Westman se acercó a la escuela católica Annunciation durante una misa de inicio de curso y abrió fuego a través de las vidrieras con un rifle, una escopeta y una pistola, todas compradas legalmente. Dos niños, de ocho y diez años, murieron. Otras diecisiete personas resultaron heridas, incluidos 14 compañeros de clase y tres feligreses ancianos. Westman murió después de dispararse a sí mismo. El jefe de policía Brian O’Hara calificó el acto de “absolutamente incomprensible”, mientras que el alcalde Jacob Frey afirmó que los niños “deberían poder rezar y jugar en paz”. El curso escolar había comenzado con el lema “Un futuro lleno de esperanza”. En cambio, las vidrieras destrozadas de Annunciation se han convertido en testimonio de otra comunidad estadounidense devastada por la violencia armada.
El fin del Artículo