Nueva Delhi: La ex primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, fue condenada a muerte el lunes en ausencia por el violento operativo contra estudiantes en 2024, según el fallo de un tribunal especial, un veredicto que ella calificó como una conclusión anunciada. El asesor principal, Muhammad Yunus, celebró la sentencia afirmando que nadie está por encima de la ley.
Hasina había descrito el tribunal como una “corte canguro” y, como dijo a TOI antes del veredicto, una corte controlada por sus adversarios políticos que buscaban desviar la atención de sus fallos de gobernanza.
India reaccionó con cautela a la sentencia de Hasina y afirmó en un comunicado que había tomado nota del fallo del “Tribunal Internacional de Crímenes de Bangladesh” y que, como vecino cercano, seguía comprometida con los mejores intereses del pueblo de Bangladesh, incluidos la paz, la democracia, la inclusión y la estabilidad en el país.
“Siempre mantendremos un diálogo constructivo con todas las partes interesadas para ese fin”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores en su comunicado, sin revelar nada sobre la renovación de la petición de Daca, formulada inmediatamente después de la sentencia, para la extradición de la ex primera ministra derrocada que permanece en India.
Hasta ahora, el gobierno indio solo ha reconocido la solicitud de extradición del gobierno interino, sin comprometerse sobre qué planea hacer al respecto. Esa ha sido su posición desde diciembre del año pasado, cuando Daca pidió oficialmente su extradición. Y es poco probable que acceda a tal petición de manera precipitada ahora, ya que la dramática condena a muerte de Hasina hace poco por cambiar la situación sobre el terreno desde la perspectiva de India.
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