Londres: La secretaria del Interior del Reino Unido, Shabana Mahmood —de origen en PoK— anunció el lunes que se impondrán vetos de visados al estilo Trump a los países que no acepten el regreso de sus criminales e inmigrantes ilegales, al revelar nuevas y amplias reformas para frenar la inmigración irregular.
Los primeros países afectados serán Angola, Namibia y la República Democrática del Congo, cuyos ciudadanos dejarán de recibir visados británicos a menos que sus gobiernos mejoren rápidamente su cooperación en materia de repatriaciones. “Estos países afrontan sanciones por su cooperación inaceptablemente baja y por sus procesos obstruccionistas. Miles de inmigrantes ilegales y criminales de estas naciones se encuentran actualmente en el Reino Unido”, señaló el Ministerio del Interior.
La falta de cooperación incluye que las embajadas no procesen a tiempo la documentación necesaria para las expulsiones y que exijan a las personas firmar sus propios documentos, lo que les permite bloquear su propia deportación.
Según informó The Times (Reino Unido), se cree que India es uno de los países más reacios a aceptar el regreso de sus migrantes ilegales y podría incorporarse a la lista durante el próximo año. Además, las leyes de derechos humanos serán reformadas para acelerar las deportaciones y evitar que los migrantes “manipulen el sistema”.
El Gobierno británico legislará para redefinir la interpretación del Artículo 8 (derecho a la vida familiar y privada) y establecer que los vínculos familiares válidos se limiten solo a la familia inmediata, como padres o hijos, impidiendo que se usen conexiones dudosas para permanecer en el país. También trabajará con socios del Consejo de Europa para abordar la “aplicación excesivamente amplia” del Artículo 3 (protección contra tratos inhumanos o degradantes), que los migrantes también invocan para frenar su expulsión. Asimismo, se introducirán nuevas leyes para combatir las “reclamaciones falsas y de última hora sobre esclavitud moderna”. Los migrantes deberán presentar todos sus argumentos legales en una sola apelación y, si la pierden, estarán obligados a abandonar el país.
Se crearán nuevas vías limitadas de trabajo y estudio para refugiados genuinos, que serán derivados a través de socios como ACNUR. Se animará a la población británica a alojarlos, como ocurrió con los ucranianos, para poner fin a la dependencia de los hoteles destinados a solicitantes de asilo, cuyo coste ascendió a 2.100 millones de libras en 2024-2025.
En el año que terminó en junio de 2025, un total de 5.475 ciudadanos indios solicitaron asilo en el Reino Unido, convirtiéndose en la sexta nacionalidad más numerosa. De ellos, 346 llegaron ilegalmente en pequeñas embarcaciones. El resto entró principalmente con visados, siendo los de estudiante los más comunes. La principal nacionalidad solicitante fue la paquistaní, seguida de afganos, iraníes, eritreos y bangladesíes.
Solo 20 indios recibieron asilo en el mismo periodo, mientras que a 2.691 se les rechazó la solicitud.
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