El Talibán paquistaní, también conocido como Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), asumió la responsabilidad de una serie de ataques mortales el viernes en varios distritos del noroeste de Khyber Pakhtunkhwa, que dejaron 20 miembros de las fuerzas de seguridad y tres civiles muertos, según informó la agencia AFP. Los ataques incluyeron un atentado suicida en una escuela de formación policial en el distrito de Dera Ismail Khan, junto con enfrentamientos en otras zonas cercanas a la frontera con Afganistán.
Once militares paramilitares murieron en el distrito de Khyber, mientras que siete policías fallecieron cuando un atacante suicida estrelló un vehículo cargado de explosivos contra la entrada de la escuela de policía en Dera Ismail Khan, seguido de un asalto armado. “Siete policías fueron martirizados y 13 resultaron heridos en el ataque, mientras que seis terroristas también fueron abatidos”, dijo a AFP Muhammad Hussain, un alto funcionario policial local.
En el distrito de Bajaur, cinco personas —incluidos tres civiles— murieron durante los enfrentamientos entre militantes y fuerzas paramilitares, informó AFP. El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, condenó enérgicamente los ataques y declaró: “Estos actos cobardes de los terroristas no pueden debilitar nuestra determinación contra el terrorismo. Estamos decididos a eliminarlo completamente del país.”
Islamabad ha acusado a Afganistán de permitir que los militantes operen desde su territorio, una acusación que Kabul ha negado. El ministro de Defensa, Khawaja Muhammad Asif, advirtió: “Todos tendrán que asumir las consecuencias, incluidos quienes proporcionan refugio. Basta ya”, agregando que cualquier respuesta podría causar daños colaterales.
Los ataques del viernes reflejan un aumento del extremismo en Khyber Pakhtunkhwa desde la retirada de las tropas lideradas por EE. UU. en Afganistán en 2021. Según la agencia AP, el asalto a la escuela de policía en Ratta Kulachi duró casi seis horas y se usaron armas pesadas. Dentro había unos 200 reclutas y entrenadores, pero los oficiales respondieron al fuego y evitaron una masacre. Seis militantes murieron en la operación y se incautaron chalecos suicidas, explosivos y armas.
Las fuerzas de seguridad han enfrentado crecientes amenazas este año, con más de 500 muertos en ataques militantes entre enero y mediados de septiembre, incluidos 311 militares y 73 policías, según AFP. El TTP, aunque aliado del Talibán afgano, opera de manera independiente y sigue siendo una gran amenaza en la frontera noroeste de Pakistán.
El fin del Artículo