La medida marca una escalada dramática en la respuesta de Washington a la crisis del fentanilo, reenmarcando la droga no solo como una emergencia de salud pública, sino como una amenaza a la seguridad nacional.
La Casa Blanca dijo que la designación "desataría todas las herramientas disponibles" contra las redes criminales responsables de la producción y el tráfico de fentanilo, advirtiendo que la sustancia podría ser armada para ataques masivos por adversarios organizados.
"El fentanilo ilícito está más cerca de un arma química que de un narcótico", dijo la orden ejecutiva, señalando su extrema potencia y la escala de muertes vinculadas a su propagación en los Estados Unidos.
¿Qué es el fentanilo?
El fentanilo es un potente opioide sintético aprobado por la FDA para el manejo del dolor y la anestesia. Es extremadamente potente, aproximadamente 100 veces más fuerte que la morfina y 50 veces más fuerte que la heroína. Desarrollado en 1959 e introducido médicamente en la década de 1960, el fentanilo se fabrica legalmente en los Estados Unidos, pero tanto las formas farmacéuticas como las ilícitas se utilizan ampliamente.
El fentanilo producido ilícitamente y sus análogos han impulsado un fuerte aumento de las muertes por sobredosis. Según los datos de los CDC, las muertes que involucran opioides sintéticos (excluyendo la metadona) aumentaron de alrededor de 2.600 anuales en 2011-2012 a más de 71.000 en 2021, totalizando más de 260.000 muertes entre 2013-2021. Este aumento refleja de cerca el aumento del tráfico y la distribución del fentanilo ilícito.
En la calle, el fentanilo puede aparecer como polvo o píldoras falsificadas y a menudo se mezcla con heroína o cocaína.
Los nombres comunes de las calles incluyen China Girl, King Ivory y Tango & Cash. El fentanilo se puede inyectar, fumar, inhalar o tomar por vía oral.
¿Qué hace que el fentanilo sea peligroso?
El fentanilo es un opioide totalmente sintético, aprobado para uso médico limitado, pero producido abrumadoramente ilegalmente para el mercado negro. Su letalidad radica en su fuerza: tan solo dos miligramos, aproximadamente el equivalente a unos pocos granos de sal, puede ser fatal. Las autoridades estadounidenses dicen que esto lo hace comparable, en términos prácticos, a agentes químicos diseñados para matar con una exposición minuciosa.
La orden señala que cientos de miles de estadounidenses han muerto por sobredosis de fentanilo en los últimos años, a menudo sin saber que estaban tomando la droga. El fentanilo se mezcla con frecuencia en píldoras recetadas falsificadas o se mezcla con heroína, cocaína o metanfetamina, lo que deja a los usuarios sin saber que están ingiriendo una sustancia mucho más potente de lo esperado.
Los funcionarios estadounidenses argumentan que esta combinación de ocultación, potencia y facilidad de distribución masiva eleva el fentanilo más allá de los narcóticos convencionales.
La administración también afirma que, en teoría, la droga podría usarse deliberadamente en forma concentrada para llevar a cabo ataques de estilo terrorista, aunque los expertos siguen siendo escépticos sobre ese riesgo específico.
Seguridad nacional, cárteles y poderes de aplicación
La orden ejecutiva vincula el fentanilo directamente con el crimen organizado y el terrorismo, diciendo que su producción y venta financia asesinatos, insurgencias y campañas violentas por parte de cárteles y organizaciones terroristas extranjeras.
Señala a dos grandes cárteles como principales responsables de la distribución de fentanilo dentro de los Estados Unidos, acusándolos de librar un conflicto armado sobre el territorio y las rutas de tráfico.
En virtud de la orden, el fiscal general está dirigido a perseguir más enjuiciamientos penales y sentencias más estrictas por tráfico de fentanilo. Se instruye a los departamentos de tesorería y estado para dirigirse a las redes financieras vinculadas a la producción de fentanilo, mientras que se le pide al Pentágono que evalúe si los recursos militares deben apoyar la aplicación de la ley nacional.
Las fuerzas armadas también deberán actualizar los planes de respuesta a incidentes químicos en el país para incluir explícitamente el fentanilo, y el Departamento de Seguridad Nacional se basará en la inteligencia de contraproliferación normalmente reservada para las amenazas de armas de destrucción masiva para rastrear las redes de contrabando de fentanilo.
Trump anunció la medida mientras intensificaba una campaña más amplia contra lo que su administración llama "narcoterroristas" en América Latina, incluidos los ataques militares contra presuntos buques de contrabando de drogas. Ha argumentado repetidamente que el fentanilo mata a más estadounidenses que bombas o armas convencionales.
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