Estados Unidos lanzó tres naves espaciales el miércoles para mejorar el monitoreo del clima espacial, como las tormentas solares, que pueden afectar la tecnología y los sistemas eléctricos en la Tierra.
Los tres satélites despegaron desde el Centro Espacial Kennedy en Florida a bordo de un cohete Falcon 9, fabricado por la compañía privada SpaceX.
Una vez en el espacio, los satélites comenzarán un largo viaje para alcanzar el punto Lagrange 1, un lugar aproximadamente a 1,5 millones de kilómetros (930.000 millas) del Sol que ofrece una posición estable para la observación.
La "Sonda de Mapeo y Aceleración Interestelar" (IMAP) utilizará sus instrumentos para estudiar las partículas de alta energía del Sol y la burbuja magnética protectora que rodea nuestro sistema solar, conocida como heliosfera, datos que pueden ofrecer información sobre el clima espacial y la radiación cósmica.
Las tormentas solares son eventos de alta radiación causados por erupciones en la superficie del Sol y son muy difíciles de predecir.
Pueden afectar actividades en la Tierra, incluyendo la aviación, las comunicaciones móviles y las redes eléctricas, y potencialmente poner en peligro a los astronautas y satélites en el espacio.
La nave Space Weather Follow-on (SWFO-L1), operada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), tiene como objetivo detectar los patrones del clima espacial con anticipación.
“No puede detener una amenaza que se aproxima, pero nos da tiempo para prepararnos”, dijo Irene Parker de la NOAA.
Con aviso previo, las autoridades podrían proteger a los astronautas, advertir a los pilotos sobre posibles fallos en los sistemas GPS y adaptar las redes eléctricas anticipadamente.
Y el Observatorio Carruthers Geocorona, el tercer satélite del cohete, estudiará la exosfera terrestre para comprender mejor cómo el clima espacial la afecta.
El fin del Artículo