Corea del Sur envió el miércoles un avión fletado a los Estados Unidos para traer a casa a cientos de sus ciudadanos detenidos en una importante redada de inmigración en una planta de baterías Hyundai-LG en Georgia.
Un Boeing 747-8I de Korean Air, que puede transportar a más de 350 pasajeros, partió del Aeropuerto Internacional Incheon de Seúl a las 10:20 a. m. del miércoles, confirmó la aerolínea.
Las imágenes de la televisión local mostraron el avión desplegando. Según la agencia de noticias Yonhap, citando fuentes diplomáticas, se espera que el avión salga de los Estados Unidos con los trabajadores detenidos a las 3:30 a. m. del jueves (1830 GMT del miércoles).
La redada fue descrita por los investigadores como la mayor operación de un solo sitio bajo la represión de la inmigración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
La operación tuvo como objetivo una empresa conjunta de 4.300 millones de dólares entre Hyundai y LG Energy Solution. El proyecto implica la construcción de una fábrica de células de batería en Georgia. Los funcionarios dijeron que los surcoreanos formaban la mayor parte de los arrestados, muchos de los cuales supuestamente tenían visas que no permitían trabajos prácticos de construcción.
El ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Cho Hyun, ha estado en Washington desde el lunes para negociar su liberación. Llamando a las detenciones una "situación grave", Cho prometió asegurar su regreso seguro y rápido.
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"Puedo decirles que las negociaciones van bien", dijo a los diputados surcoreanos antes de partir, y agregó que se había llegado a un "acuerdo tentativo" para evitar sanciones como una prohibición de reingreso de cinco años.
Corea del Sur es la cuarta economía más grande de Asia y líder mundial en electrónica y automóviles. Ha invertido mucho en Estados Unidos, en línea con los llamamientos de Washington durante las negociaciones arancelarias para una mayor inversión extranjera.
La detención masiva podría forzar los lazos en un momento delicado, pero ambos gobiernos parecen estar interesados en resolver el problema rápidamente. Seúl se centra en garantizar que sus ciudadanos "regresen con buena salud" como prometió Cho.
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