París — El expresidente francés Nicolas Sarkozy será liberado de prisión después de que un tribunal de París dictaminara este lunes que puede quedar en libertad mientras espera la apelación de su condena de septiembre por conspiración criminal, según informó la cadena afiliada de CNN, BFMTV.
Fue condenado por su presunta implicación en un esquema para financiar su campaña presidencial de 2007 con fondos procedentes de Libia, a cambio de favores diplomáticos.
Hablando ante el tribunal por videoconferencia, Sarkozy dijo que sus 20 días en prisión habían sido “muy duros”. Durante la audiencia, rindió homenaje al personal penitenciario, destacando su “humanidad excepcional que hizo soportable esta pesadilla”.
Según la revista francesa Le Point, Sarkozy se habría negado a comer cualquier cosa que no fueran yogures durante sus casi tres semanas tras las rejas, debido al temor de que otros prisioneros pudieran escupir en su comida.
Los fiscales solicitaron su liberación bajo control judicial, con restricciones sobre las personas con las que puede tener contacto.
El tribunal dictaminó que el exjefe de Estado tiene prohibido salir de Francia y no podrá comunicarse con personas implicadas en su caso, ni con el actual ministro de Justicia, Gérald Darmanin, quien fue objeto de críticas públicas por visitar a Sarkozy en prisión en octubre, según BFMTV.
En un comunicado publicado en X poco antes de ingresar en prisión el 21 de octubre, Sarkozy insistió en que era un “hombre inocente”. Tras conocer su condena, criticó duramente la decisión del tribunal:
El expresidente, que dejó el cargo en 2012, debía ocupar una celda en aislamiento o en el llamado “ala VIP” del complejo penitenciario de La Santé, mientras esperaba la apelación de su condena.
Esa sección está reservada para prisioneros que no pueden mezclarse con la población general, normalmente por razones de seguridad. Entre ellos pueden encontrarse políticos, exagentes de policía, miembros de organizaciones de extrema derecha o personas vinculadas a grupos terroristas islamistas, según BFMTV.
Las celdas de esta ala cuentan con una cama de metal y colchón, un pequeño escritorio, un refrigerador, una placa de cocina, un televisor, una ducha, inodoro y lavabo, además de una línea telefónica fija que permite a los internos llamar a ciertos números autorizados.
Entre los antiguos reclusos figura Manuel Noriega, el exdictador de Panamá, quien fue retenido allí tras su extradición desde Estados Unidos luego de la invasión norteamericana que lo derrocó.
El fin del Artículo