La decisión de la administración de Donald Trump de aumentar la tarifa de solicitud de visa H-1B a 100.000 dólares sin precedentes ha provocado reacciones rápidas en todo el sector tecnológico. Mientras que muchas empresas expresaron su preocupación por el impacto sísmico en los flujos globales de contratación y talento, dos de los líderes más influyentes de Silicon Valley, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, y el CEO de OpenAI, Sam Altman, adoptaron un tono sorprendentemente solidario. En una entrevista conjunta, Huang enfatizó que la inmigración es vital para el futuro innovador de Estados Unidos, mientras que Altman acogió con satisfacción la medida como un paso hacia la atracción de las mentes más brillantes del mundo.
Sus comentarios destacan una división matizada en la respuesta de la industria tecnológica al controvertido cambio de política.
¿Qué dijeron Jensen Huang y Sam Altman sobre el aumento de la tarifa de visa H-1B?
Jensen Huang (CEO de Nvidia)
Huang enfatizó que la inmigración sigue siendo fundamental tanto para la prosperidad de los Estados Unidos como para el crecimiento de su empresa. "Queremos que todas las mentes más brillantes vengan a los Estados Unidos y recuerden que la inmigración es la base del sueño americano", dijo. Hablando junto a Altman, Huang también anunció la inversión de 100 mil millones de dólares de Nvidia en los proyectos del centro de datos de IA de OpenAI, subrayando el papel del talento global en la ampliación de la innovación.
Sam Altman (CEO de OpenAI)
Altman describió el aumento de tarifas como un cambio de política constructivo, señalando: "Necesitamos atraer a las personas más inteligentes al país, y simplificar ese proceso junto con el establecimiento de incentivos financieros me parece beneficioso". Sugirió que la medida podría agilizar la inmigración al tiempo que refuerza los incentivos para el talento de primer nivel.
La Casa Blanca confirmó que la tarifa de 100.000 dólares se aplica solo a las nuevas solicitudes H-1B, no a las renovaciones o reingreso para los titulares de visas existentes.
Los empleadores deben proporcionar un comprobante de pago antes de presentar, y los solicitantes se enfrentan a una restricción de 12 meses en las peticiones hasta que se paguen las tarifas. La administración enmarcó la política como una forma de garantizar que las empresas contraten solo trabajadores altamente calificados e insustituibles en lugar de depender de la mano de obra extranjera para puestos que podrían cubrirse a nivel nacional.
La industria tecnológica y la reacción india al aumento de las tarifas H-1B
La política plantea desafíos significativos para India y China, que en conjunto representaron más del 80% de las visas H-1B el año pasado.
Los gigantes indios de TI ahora se enfrentan a cientos de millones en costos adicionales, lo que genera preocupaciones sobre la reducción de las ganancias operativas y la incertidumbre para miles de profesionales tecnológicos. Los analistas advierten que la subida podría alimentar una "fuga inversa de cerebros", con talentos capacitados que optan por quedarse o regresar a la India, impulsando los ecosistemas locales de contratación e innovación. Mientras tanto, NASSCOM y el gobierno indio expresaron preocupaciones económicas y humanitarias, pero indicaron su voluntad de mantener el diálogo con Washington.
El anuncio provocó cambios estratégicos urgentes. Según se informa, empresas como JPMorgan aconsejaron a los empleados de H-1B que evitaran los viajes internacionales hasta que las nuevas reglas entren en vigor. A pesar de la alarma más amplia de la industria, el respaldo de Huang y Altman ilustra cómo algunos líderes ven el aumento de tarifas como una oportunidad para elevar el listón para la inmigración estadounidense, canalizando solo el talento global más excepcional hacia sectores críticos como la IA y la informática avanzada.
El fin del Artículo