La Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) anunció el lunes la propuesta de imponer medidas comerciales significativas contra Nicaragua, incluyendo aranceles de hasta el 100 % sobre los productos nicaragüenses y la suspensión de los beneficios que ese país recibe bajo el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (CAFTA-DR).
La decisión se fundamenta en un informe del USTR que señala que las prácticas laborales y los derechos fundamentales en Nicaragua son “irrazonables” y afectan negativamente al comercio estadounidense. Entre las violaciones denunciadas se encuentran el trabajo infantil y forzado, la supresión de la actividad sindical, arrestos arbitrarios de trabajadores y la revocación de la ciudadanía de miembros de sindicatos bajo el régimen del presidente Daniel Ortega.
De implementarse la suspensión de los beneficios del CAFTA-DR, los aranceles podrían superar el 100 %, aplicando las tarifas correspondientes bajo el régimen de “Nación Más Favorecida”.
En 2024, Estados Unidos importó bienes de Nicaragua por un valor de 4.600 millones de dólares, generando un déficit comercial de 1.900 millones. La investigación y la propuesta de sanciones se iniciaron en los últimos días de la administración Biden, pero la decisión final sobre la implementación de estas medidas recaerá en la administración actual.
El USTR ha abierto un período de comentarios públicos antes de tomar la decisión definitiva, lo que permitirá a empresas, sindicatos y otros actores presentar sus observaciones sobre el impacto de estas medidas comerciales.
Con esta acción, Estados Unidos busca presionar al gobierno nicaragüense para que respete los derechos laborales y humanos de sus ciudadanos, mientras refuerza la importancia del comercio justo y responsable en la región.
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