La relación entre Estados Unidos y Venezuela volvió a tensarse después de que Washington anunciara que el llamado Cártel de los Soles será tratado oficialmente como una organización terrorista. La medida, que cayó como bomba en Caracas, abre una nueva etapa de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro.
¿Qué es el Cártel de los Soles?
Aunque suene a un cartel narcotraficante como los de México, no funciona así.
El término
“Soles” viene de los emblemas en forma de sol que llevan los generales venezolanos en sus uniformes. Desde hace años, EE.UU. acusa a varios altos mandos militares —y a figuras del gobierno— de estar involucrados en tráfico de drogas, corrupción y operaciones ilegales usando su poder dentro del Estado.
Para Washington, este
“cartel” es básicamente una red criminal dentro del gobierno venezolano, más que un cartel tradicional.
¿Por qué ahora lo declaran terrorista?
La designación les da herramientas más fuertes para actuar:
- Permite congelar bienes y cuentas de cualquier persona o institución ligada a esta red.
- Criminaliza cualquier apoyo económico o logístico.
- Da base legal para acciones más agresivas, incluso de tipo militar, bajo el argumento de combatir terrorismo y narcotráfico.
- Aumenta la presión internacional sobre Maduro y su círculo cercano.
EE.UU. asegura que este grupo representa una amenaza para la región y participa en operaciones que cruzan fronteras.
¿Qué dice Venezuela?
El gobierno venezolano rechazó totalmente la medida.
Asegura que el Cártel de los Soles
“no existe”, que es un invento político y que todo esto busca justificar una futura intervención o un intento de derrocamiento.
Desde Caracas calificaron el anuncio como una
“patraña” y dijeron que Estados Unidos sigue usando
“viejas recetas” para atacar al país.
¿Qué puede pasar ahora?
Expertos ven varios escenarios posibles:
- Más sanciones para funcionarios, militares y empresas relacionadas.
- Mayor presión diplomática y aislamiento internacional.
- Riesgo de que el conflicto suba de tono si EE.UU. dice que debe “enfrentar a un grupo terrorista” cerca de sus fronteras.
- Impacto en operaciones financieras o comerciales de Venezuela, que ya está asfixiada por años de sanciones.
También podría complicar el panorama político interno, especialmente si se interpreta como un intento de desestabilizar al gobierno venezolano.
Un capítulo más en una crisis que no termina
Esta designación no es solo un cambio de etiqueta: es un movimiento político fuerte, que pone más tensión a una relación ya deteriorada. Para Estados Unidos, es un paso para endurecer su postura; para Venezuela, es una provocación directa.
En medio de todo, quienes pagan las consecuencias suelen ser los ciudadanos comunes, que siguen atrapados entre crisis, sanciones y un conflicto político que parece no tener fin.