Kristian Berg Harpviken, secretario del Comité Noruego del Nobel, explicó que el panel considera a cada nominado solo por sus propios méritos, y que la atención de los medios o las campañas públicas “no tienen impacto en las discusiones dentro del comité”. Esta declaración llega mientras Trump, que regresó a la Casa Blanca en enero, ha expresado repetidamente su deseo de ganar el Nobel de la Paz, un premio que su rival demócrata Barack Obama recibió en 2009 poco después de asumir el cargo.
Trump ha señalado que líderes extranjeros, como Benjamin Netanyahu de Israel y Ilham Aliyev de Azerbaiyán, lo han nominado o apoyado públicamente. Sin embargo, la fecha límite de nominación fue el 31 de enero, solo 11 días después de su regreso al cargo, por lo que muchos apoyos llegaron demasiado tarde para ser considerados este año.
El Comité Noruego del Nobel, compuesto por cinco miembros designados por el parlamento, mantiene independencia total de influencias políticas. En el pasado, otorgó el premio en 2010 al disidente chino Liu Xiaobo, a pesar de advertencias del gobierno noruego, demostrando su imparcialidad. Según informes, Trump incluso mencionó el tema del Nobel en una llamada con el ministro de Finanzas Jens Stoltenberg en julio, mientras hablaban de aranceles.
¿Cómo funciona el proceso del Nobel de la Paz?
“Ser nominado no es necesariamente un gran logro. El verdadero logro es convertirse en laureado”, dijo Harpviken. Explicó que la lista de nominadores autorizados es amplia: incluye parlamentarios y ministros de todos los países, antiguos ganadores y algunos profesores universitarios. Este año, el comité elegirá al ganador entre 338 individuos y organizaciones, una lista que permanecerá secreta durante 50 años. Los candidatos más fuertes pasan a una lista corta y cada uno es evaluado por un experto.
“Cuando el comité discute, es esa base de conocimiento la que guía la conversación, no lo que haya aparecido en los medios en las últimas 24 horas”, dijo Harpviken. Añadió: “Sabemos que cada año hay varias campañas, y hacemos todo lo posible para que el proceso y las reuniones no se vean influidos por ninguna de ellas”.
Expertos señalan que las probabilidades de Trump son bajas. Noruega defiende el multilateralismo, un principio apoyado por Alfred Nobel, que contrasta con las políticas de “América Primero” de Trump. “Este tipo de presión suele ser contraproducente”, dijo Halvard Leira, director de investigación en el Instituto Noruego de Asuntos Internacionales.
En agosto, tres historiadores del Nobel publicaron un artículo explicando varias razones por las que Trump no debería recibir el premio, incluyendo su admiración por Vladimir Putin, quien lleva tres años en guerra contra Ucrania. El Premio Nobel de la Paz 2025 será anunciado el 10 de octubre, y aunque Trump sigue reclamando públicamente y recibe apoyos internacionales, es poco probable que el comité cambie de opinión.
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