Una campaña en redes sociales de jóvenes nepaleses contra el estilo de vida de los "Nepo Kids", hijos de políticos que exhiben su riqueza en línea, terminó convirtiéndose en la revuelta más sangrienta que Nepal ha vivido en años y provocó la dimisión del primer ministro.
El miércoles por la mañana, soldados impusieron un toque de queda en Katmandú mientras el humo se elevaba en las calles y circulaban especulaciones sobre una posible reunión entre los líderes del movimiento de la Generación Z, el ejército y la presidenta.
Esto siguió a dos noches de violentas protestas en las que decenas de miles de personas marcharon, incendiaron el Parlamento y la Corte Suprema, y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad.
Las protestas comenzaron a principios de septiembre con una manifestación pacífica de jóvenes nepaleses indignados por las publicaciones de los hijos de políticos mostrando viajes de lujo y objetos costosos, mientras la mayoría de la población enfrentaba dificultades económicas. El descontento también venía creciendo desde hace años debido al desempleo juvenil y las oportunidades limitadas.
La decisión del gobierno la semana pasada de prohibir más de dos docenas de plataformas de redes sociales, incluidas Instagram, Facebook y WhatsApp, intensificó aún más la ira.
¿Qué sigue ahora?
Por el momento, el ejército ha tomado el control. El jefe del ejército, el general Ashok Raj Sigdel, se reunió el miércoles con "representantes de la Generación Z", según un portavoz, aunque no se dieron más detalles. Mientras tanto, el ejército de Nepal extendió las órdenes de prohibición en tres distritos del valle de Katmandú el jueves, permitiendo solo movimientos públicos en franjas horarias específicas. Además, dos personas murieron y más de una docena de reclusos resultaron heridos cuando tropas militares abrieron fuego el jueves por la mañana para frenar una fuga masiva en la prisión del distrito de Ramechhap, informaron medios locales.
Asimismo, analistas señalaron que crear un "arreglo transicional" con amplia legitimidad puede ser difícil, especialmente porque los manifestantes no tienen un líder único.
Proceso constitucional
La Constitución de Nepal de 2015 exige que se nombre un nuevo primer ministro del partido que tenga mayoría en el parlamento. Si ningún partido obtiene mayoría, la presidenta designa a alguien que pueda demostrar apoyo y éste debe conseguir un voto de confianza en un plazo de 30 días. Si fracasa, otros miembros pueden intentarlo, y si nadie lo logra, la cámara puede disolverse y convocarse elecciones.
Sin embargo, los manifestantes han expresado desconfianza hacia los principales líderes de los partidos, muchos de los cuales están ocultos. No está claro si aceptarán este proceso constitucional.
Posibilidad de un gobierno interino
La constitución no menciona un gobierno interino, pero algunos expertos sugieren que podría crearse fuera del proceso formal si existe un acuerdo.
"Un gobierno así puede impulsar la agenda de cambio que quiere la Generación Z y también convocar elecciones para un nuevo parlamento en seis meses", dijo el experto constitucional Bipin Adhikari, citado por la agencia Reuters, añadiendo que debería incluir una amplia representación.
La ex presidenta del Tribunal Supremo, la favorita
Sushila Karki, ex presidenta del Tribunal Supremo de Nepal, ha surgido como la principal candidata para encabezar un gobierno interino, según un representante de los manifestantes.
"En este momento, el nombre de Sushila Karki está cobrando fuerza para liderar el gobierno interino — ahora esperamos que la presidenta tome una decisión", dijo Rakshya Bam, quien asistió a una reunión con el jefe del ejército sobre el liderazgo del país, citado por la agencia AFP.
¿A quién podrían apoyar los manifestantes?
Es probable que los manifestantes también apoyen a Balendra Shah, de 35 años, rapero y compositor que fue elegido alcalde de Katmandú en 2022 y que ha ganado popularidad entre los jóvenes por su trabajo en la limpieza de la ciudad.
Otra posible opción es Rabi Lamichhane, ex periodista de televisión que entró en política en 2022 fundando el Partido Rastriya Swatantra.
Según medios locales, los manifestantes liberaron a Lamichhane de prisión el martes, donde estaba detenido mientras enfrentaba un juicio por presunto uso indebido de fondos.
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