El Reino Unido está debilitando su legado en la lucha contra enfermedades infecciosas como el sida y la malaria al reducir la financiación prometida a un importante fondo mundial de salud, según denuncian activistas.
El recorte del 15% en la contribución al Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria anunciado esta semana —en un año en el que el Reino Unido, junto con Sudáfrica, es anfitrión de la campaña de reposición del fondo— podría alentar a que otros países también disminuyan sus compromisos, temen los defensores.
El gobierno anunció el martes una contribución de 850 millones de libras, frente a los 1.000 millones de la ronda anterior.
Los activistas pidieron al primer ministro británico, Keir Starmer, que muestre liderazgo, asista a la cumbre de reposición en Johannesburgo a finales de noviembre y encuentre financiación adicional.
La menor contribución forma parte del recorte en la ayuda internacional del 0,5% al 0,3% del PIB para incrementar el gasto en defensa.
La ministra británica de Desarrollo, Jenny Chapman, afirmó que este año la financiación “en términos de dólares […] es solo un 5% menor que la cantidad” prometida para 2023-25 y que “salvará hasta 1,3 millones de vidas, evitará hasta 22 millones de nuevos casos de VIH, TB y malaria, y generará hasta 13.000 millones de libras en beneficios sanitarios y económicos en los países donde opera el Fondo Mundial”.
Pero activistas señalaron que el recorte tendrá un impacto fuerte. El profesor Kenneth Ngure, presidente electo de la Sociedad Internacional del Sida, dijo: “El Fondo Mundial salva vidas todos los días con su trabajo sobre el VIH, la tuberculosis y la malaria, y se estima que desde 2002 ha reducido a la mitad las muertes por estas tres enfermedades.
“Aunque el resultado final de la reposición aún no está definido, cualquier reducción en el apoyo tendrá consecuencias: obligará a los países africanos a tomar decisiones imposibles mientras intentan proteger a los más vulnerables”.
Ngure, con sede en Kenia, añadió que le preocupaba que los recortes pudieran comprometer la distribución de nuevos medicamentos considerados transformadores en la prevención del VIH.
Joy Phumaphi, secretaria ejecutiva de la Alianza de Líderes Africanos contra la Malaria, dijo que el compromiso continuo del Reino Unido es bienvenido, pero que la reducción “tendrá consecuencias reales en toda África: llegarán menos mosquiteros, medicamentos y diagnósticos a quienes más los necesitan”.
Una investigación publicada en octubre sugirió que un recorte del 20% al conjunto del Fondo Mundial resultaría en 330.000 muertes adicionales por malaria para 2040. El fondo provee el 59% de la financiación internacional para combatir la enfermedad.
Phumaphi añadió: “Como coanfitrión de esta reposición, el Reino Unido tiene la oportunidad de reafirmar su liderazgo global invirtiendo en sistemas de salud más fuertes y resilientes que beneficien a millones”.
John Plastow, director ejecutivo de Frontline Aids, una alianza internacional, afirmó: “Esperábamos un mayor liderazgo, en consonancia con el orgulloso legado del Reino Unido en el objetivo global de poner fin al sida.
“Existe el riesgo de que esta reducción lleve a otros donantes a disminuir sus aportes, con riesgos reales para la vida de las personas y para la respuesta global al VIH.”
Plastow añadió: “Instamos al Reino Unido a comprometerse explícitamente a aumentar su contribución al Fondo Mundial más adelante en este ciclo de tres años, cuando pueda obtener fondos adicionales”.
Adrian Lovett, director ejecutivo en Reino Unido de la campaña One, sugirió que ese dinero podría provenir de los 74 millones de libras ahorrados al reducir el costo del alojamiento en hoteles para solicitantes de asilo. Dijo: “Los ministros deberían usar esos fondos para reforzar la contribución al Fondo Mundial, ayudando a salvar más vidas y aumentando las posibilidades de una reposición exitosa en Johannesburgo”.
El Dr. Andriy Klepikov, director de la Alianza para la Salud Pública de Ucrania, señaló que el Fondo Mundial permitió que más de medio millón de ucranianos tuvieran acceso a servicios de VIH y TB durante la guerra. Dijo: “Cada una de estas personas depende del resultado de la octava reposición; sus vidas dependen del compromiso del Reino Unido y de otros países”.
Sin embargo, Klepikov dijo estar “agradecido por la contribución generosa del Reino Unido en el difícil contexto actual”, y añadió: “Con una contribución así, el Reino Unido confirma su liderazgo en salud global”.
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