En un intento por cambiar radicalmente el sistema de precios de medicamentos en Estados Unidos, el expresidente Donald Trump impulsó una medida que busca reducir el costo de los fármacos recetados hasta un 80%. Pero detrás de este anuncio hay preguntas, preocupaciones y un impacto que podría sentirse mucho más allá de las farmacias estadounidenses.
¿De qué se trata esta iniciativa?
Trump propuso vincular los precios de ciertos medicamentos en Estados Unidos con los precios más bajos que se pagan por los mismos tratamientos en otros países desarrollados. Esto se conoce como la “regla de nación más favorecida”. El objetivo es evitar que los estadounidenses paguen mucho más por los mismos medicamentos que en Europa o Canadá, por ejemplo.
La propuesta contempla descuentos importantes en medicamentos adquiridos a través de Medicare y otros programas federales. También se evalúa permitir compras directas por parte del consumidor.
¿Qué medicamentos se verían afectados?
Aunque la propuesta no detalla todos los fármacos involucrados, se espera que incluya tratamientos de alto costo —como los medicamentos para la diabetes tipo 2 (por ejemplo, Ozempic)—, ciertos anticancerígenos y tratamientos para enfermedades autoinmunes, entre otros.
Según el plan, algunos precios podrían caer entre un 30% y un 80%, lo cual sería un alivio importante para millones de personas que dependen de estos tratamientos.
¿Qué dice la industria farmacéutica?
Las grandes compañías farmacéuticas no están contentas. Han advertido que esta política podría desincentivar la innovación y llevar a menos inversión en investigación y desarrollo de nuevos tratamientos.
También temen que, al reducirse los precios en EE. UU., intenten compensar subiendo los precios en otros mercados, como Europa o India.
¿Y qué pasa con el resto del mundo?
Expertos advierten que, si Estados Unidos paga menos, las farmacéuticas podrían tratar de recuperar sus ganancias aumentando los precios en otros países. Esto podría tener un efecto en el sector genérico —por ejemplo, en India— aunque algunos analistas creen que los fabricantes de genéricos se verán menos afectados que las grandes farmacéuticas multinacionales.
¿Se va a implementar esta medida?
Aunque la intención está clara, la implementación es otra historia. Esta política enfrenta obstáculos legales, presiones de la industria y también el desafío de coordinarse con las normas internacionales de comercio y salud. Además, muchos expertos dudan de que pueda ejecutarse sin litigios o retrasos significativos.
¿Salud más accesible o conflicto global? El ambicioso plan de Trump para bajar medicamentos
El plan de Trump para reducir los precios de los medicamentos suena prometedor para los bolsillos estadounidenses, pero también genera tensiones globales. Si se aplica, podría cambiar la forma en que se fijan los precios de los medicamentos en todo el mundo, con consecuencias tanto positivas como inciertas.
¿Una revolución necesaria en el acceso a la salud? ¿O una medida difícil de sostener en la práctica? El tiempo —y los tribunales— lo dirán.
El fin del Artículo