Entre recetas de abuelas modernas y consejos virales de TikTok, el jugo de remolacha se ha ganado su lugar en la lista de “súper bebidas detox”. Promete ayudar al hígado, limpiar toxinas y hasta mejorar el color de tus mejillas. Pero... ¿cuánto de eso es real y cuánto es solo moda con color carmesí?
Spoiler: no es magia, pero tampoco es puro humo.
Una raíz humilde con superpoderes discretos
La remolacha —esa raíz dulce, roja y algo olvidada en la mesa de muchos— es en realidad una bomba natural de nutrientes. Está cargada de antioxidantes, betalinas, nitratos y betaina. Y aunque no desintoxica el hígado como si fuera un jabón milagroso, sí lo ayuda a trabajar mejor.
Expertos en nutrición coinciden: esos compuestos pueden estimular enzimas hepáticas, reducir inflamación y proteger las células del hígado frente al estrés oxidativo. En otras palabras: no limpia como un detergente, pero sí le da fuerza a tu sistema de limpieza interno.
¿Y qué dice la ciencia con bata blanca?
Algunos estudios pequeños —y aquí subrayamos pequeños— mostraron que el consumo de remolacha o sus extractos puede mejorar ciertos marcadores de salud hepática, especialmente en personas con hígado graso no alcohólico. Incluso se habla de una leve reducción en la acumulación de grasa en el órgano.
Pero aún falta camino: los estudios en humanos son limitados y muchas pruebas se hicieron con suplementos concentrados, no con jugo natural.
Conclusión científica: promete, pero no reemplaza el trabajo en equipo que hacen la dieta, el ejercicio y los buenos hábitos.
¿Cómo se toma el jugo para que valga la pena?
Sin complicarse:
- Extraé el jugo de una remolacha mediana, sin azúcar ni endulzantes artificiales.
- Unos 200 ml diarios bastan. Más no es necesariamente mejor.
- Si querés sumar poder, combinalo con té verde o unas gotas de limón.
- Y si tenés diabetes, cálculos renales o estás embarazada, mejor consultá con tu médico antes de sumarlo a tu rutina.
Lo que hay que saber (sin filtros)- El jugo de remolacha no es una cura mágica ni sustituye tratamientos médicos.
- Puede ser parte de una alimentación consciente y una forma natural de cuidar tu hígado.
- Tiene azúcares naturales, así que la moderación es clave.
- Su color puede cambiar el tono de tu orina o materia fecal... no te asustes, es normal.
Jugo de remolacha: el aliado silencioso que cuida tu hígado
El jugo de remolacha es como ese amigo que no hace ruido, pero siempre suma: no va a hacer milagros, pero puede apoyar de forma real y nutritiva la salud de tu hígado. Y si además te hace sentir bien, con energía y ganas de seguir cuidándote, entonces ya está cumpliendo una gran función.
Así que sí: si te gusta, tomalo. Pero no porque “desintoxique”. Hacelo porque cuidarte —con cosas simples y naturales— también es un acto de amor propio.
El fin del Artículo